Todos buscamos ese amor eterno, esa relación perfecta que dure toda la vida, pero ¿realmente es posible? La Dra. Marian Rojas Estapé, en su charla, plantea algo que puede sorprendernos: el verdadero enamoramiento dura solo 17 meses .
¿Por qué? Según la Dra. Rojas Estapé, el amor pasa por varias fases y, en el comienzo, la química y las hormonas se desatan, creando una ilusión de perfección. Este enamoramiento nos enceguece, bloqueando nuestra razón, como si fuéramos completamente ciegos ante las señales que la corteza prefrontal podría detectarnos. Es la fase donde todo es tan hermoso, tan ideal, que no nos importa si esa persona tiene defectos. Solo vemos lo positivo.
Pero, ¿qué pasa después de esos 17 meses? Según investigaciones, lo que realmente mantiene viva una relación no es solo la atracción o la emoción inicial, sino la voluntad de querer seguir construyendo. El enamoramiento puede apagarse, pero el amor profundo y real se cultiva con el tiempo. En esta etapa, la razón, la reflexión y el autoconocimiento se vuelven clave. ¿Realmente esa persona es la adecuada? ¿Cumple con nuestros valores y necesidades? Es vital tener claro qué buscamos en una pareja, no solo seguir los impulsos del momento.
La Dra. Rojas explica que lo que nos atrae no siempre es lo que nos conviene a largo plazo. A veces, nuestros "cimientos emocionales", esos patrones que heredamos de nuestras familias o experiencias pasadas, nos llevan a elegir de manera equivocada. Es importante conocer y entender esos cimientos para poder tomar decisiones más conscientes a la hora de elegir pareja.
El amor no es solo un sentimiento: es un proceso continuo de adaptación, trabajo y crecimiento. Si bien los sentimientos fluctúan, la voluntad de trabajar por la relación es la que realmente permite que esta se fortalezca con el tiempo. ¿Quién no ha experimentado que, a veces, nuestros seres queridos nos caen mal o no los soportamos tanto? Pero, eso no significa que dejemos de amarlos. Lo mismo ocurre en las parejas. El amor verdadero implica querer lo mejor para el otro, aunque los días no sean siempre perfectos.
Así que, si crees que la chispa del enamoramiento debe durar para siempre, es importante replantearse el concepto. El amor verdadero no es eterno en su forma inicial, pero sí puede evolucionar y profundizarse. Lo que realmente importa es cómo elegimos a nuestra pareja, cómo construimos una relación sólida basada en el respeto mutuo, la voluntad y el crecimiento personal.