Dormir es la base de tu energía. Si no duermes lo suficiente, comenzarás a tener un rendimiento inferior.
Antes de acostarte, escribe tu plan para el día siguiente y visualízalo.
Haz de las primeras cuatro horas de tu jornada las más productivas de tu día.
Una siesta de 20 minutos te llenará de energías para el trabajo de la tarde, cuando normalmente estarías exhausto.
Siempre ten un libro o audiolibro que te motive a trabajar en tus objetivos.
Hacer ejercicio te mantendrá alerta durante todo el día y hará que pienses con claridad.