Por años, Canadá fue considerado el destino ideal para miles de inmigrantes en busca de un mejor futuro: calidad de vida, oportunidades laborales y un entorno seguro. Sin embargo, la realidad hoy es muy distinta .
A pesar de su fama como un país próspero y acogedor, Canadá enfrenta una crisis de vivienda que ha dejado a miles de familias luchando por encontrar un techo digno. Los precios de los alquileres han alcanzado cifras astronómicas, mientras que la oferta de viviendas no crece al ritmo de la demanda. En ciudades como Vancouver y Toronto, encontrar un lugar decente para vivir se ha convertido en una misión casi imposible, y muchas personas se ven forzadas a compartir espacios reducidos o, en el peor de los casos, a dormir en sus autos.
Pero eso no es todo: el costo de vida en general se ha disparado. Alimentos, energía y productos básicos están cada vez más caros, lo que hace que muchas familias tengan que elegir entre pagar el alquiler o poner comida en la mesa. Y aunque la inmigración masiva fue promovida para rejuvenecer la población, el resultado ha sido un aumento descontrolado de la demanda de viviendas, exacerbando aún más la crisis.
La promesa de un futuro mejor se ha desvanecido ante los ojos de los canadienses, que ven cómo sus salarios ya no alcanzan para cubrir lo más básico, mientras las grandes empresas continúan registrando beneficios récord. ¿Qué está pasando en Canadá? ¿Es posible que el sueño canadiense se haya convertido en una pesadilla sin salida?
Si alguna vez pensaste en mudarte a este país, hoy quizás te estés cuestionando si esa sigue siendo una buena opción. En este post, te contamos los detalles de una crisis que afecta a millones y qué opciones tienen los ciudadanos frente a una situación cada vez más insostenible.