¿Alguna vez te has preguntado por qué ser grosero, maleducado o incluso vulgar está cada vez más de moda? Parece que hoy en día, la cortesía y la educación están perdiendo terreno frente a un comportamiento desinhibido y, a menudo, irrespetuoso. En lugar de ser un signo de debilidad, como muchos piensan, ser educado exige una fuerza interna mucho más grande que la de los que se enorgullecen de sus actitudes groseras .
En este artículo exploramos cómo hemos llegado hasta aquí. Aplaudir lo vulgar se ha convertido en una tendencia que afecta tanto a jóvenes como a adultos, y parece que todos estamos atrapados en un ciclo donde la corrección y el respeto se consideran anticuados, casi como una muestra de pretensión. A medida que los roles de los adultos se diluyen y muchos buscan parecer más jóvenes, la educación se ve como una carga, mientras que la rebeldía y el desafío se celebran como símbolos de autenticidad.
¿Y qué hay de la influencia de las redes sociales y los nuevos "líderes" de la cultura popular? A menudo nos encontramos con figuras públicas que promueven la irreverencia y la falta de respeto, convirtiéndolos en ejemplos a seguir para miles, si no millones, de jóvenes. ¿Es esto el futuro que queremos? La normalización de la agresividad y la falta de modales crea una cultura de lucha constante, donde ser cordial es casi visto como una debilidad. Pero la verdad es que tener buenos modales y comportarse con cortesía no es sinónimo de sumisión, sino de control emocional, inteligencia y, sobre todo, fortaleza interior.
Aunque puede parecer que estamos viviendo en tiempos donde la vulgaridad y el desdén por las normas sociales están a la orden del día, no debemos dejar que estos comportamientos contaminen nuestra forma de ser. No permitas que la mediocridad te arrastre; mantén tu integridad, y no olvides que lo cortés no quita lo valiente. La educación y el respeto, aunque en ciertos círculos puedan parecer anticuados, son las bases para un mundo más armonioso y, a largo plazo, más saludable para todos.