Desde que comenzaron las promociones de la esperada película Wicked, los fans de Ariana Grande no han podido evitar notar que algo parece estar mal. Su apariencia física, el ambiente en el set y las inusuales entrevistas del elenco han levantado preocupaciones y especulaciones.
Ariana siempre ha sido conocida por su figura delgada, pero recientemente ha aparecido con un aspecto que muchos consideran alarmantemente frágil .
Aunque no hay pruebas concretas, algunos han insinuado que podría estar usando métodos extremos para bajar de peso, como el controvertido medicamento Ozempic, popular en Hollywood por su asociación con la pérdida rápida de peso. Sin embargo, también se especula que el estrés de su papel en Wicked podría estar detrás de estos cambios.
La preocupación no se limita a Ariana. Cynthia Erivo, su compañera de reparto, también ha mostrado una transformación física notable. Esto ha llevado a teorías de que el estudio podría haber exigido estas pérdidas de peso, aunque no hay evidencia que respalde esta idea.
Curiosamente, algunos han relacionado los problemas en el set de Wicked con la supuesta "maldición de El Mago de Oz". Durante el rodaje de la película original, los actores enfrentaron condiciones extremas, como maquillaje tóxico y nieve hecha de asbesto. Aunque estas historias parecen lejanas, algunos fans creen que la "maldición" podría estar afectando ahora a los actores de Wicked.
Otro aspecto que ha llamado la atención son las entrevistas promocionales del elenco. Estas han estado marcadas por lágrimas y declaraciones emocionales que muchos consideran excesivas. Clips de los actores llorando mientras hablan sobre la película han inundado las redes, provocando memes y debates.
Si bien es comprensible que Ariana esté emocionada por interpretar un papel que ha soñado durante años, la intensidad de las entrevistas ha hecho que algunos se pregunten si todo es genuino o simplemente una estrategia publicitaria.
Es evidente que algo inusual está ocurriendo tras las cámaras de Wicked. Ya sea por el estrés, las altas expectativas o incluso factores más personales, tanto Ariana como el elenco parecen estar enfrentando desafíos significativos.
Al final, Wicked es una película musical, un producto de entretenimiento que no debería llevar a este nivel de presión o controversia. Sin embargo, la situación nos recuerda que incluso las estrellas más grandes son humanas y pueden estar luchando con problemas que el público apenas alcanza a imaginar.