El comportamiento en niños con autismo puede ser muy diverso, ya que cada niño tiene características únicas. Sin embargo, existen algunos patrones comunes que se observan en muchos niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), que afectan tanto a la forma en que se comunican, como a su interacción social y sus intereses.
Dificultades en la comunicación: Los niños con autismo pueden tener problemas para comprender y usar el lenguaje verbal y no verbal .
Interacciones sociales limitadas: Los niños con autismo a menudo tienen dificultades para comprender las normas sociales y establecer relaciones con otros. Pueden parecer indiferentes a las interacciones sociales o no mostrar interés en jugar con otros niños. Sin embargo, esto no significa que no deseen la interacción, sino que les resulta complicado saber cómo hacerlo de manera efectiva.
Comportamientos repetitivos: Los niños con autismo a menudo participan en actividades repetitivas, como balancearse, aplaudir, mover objetos de manera constante o realizar rutinas estrictas. Estos comportamientos pueden ser una forma de autorregulación o una respuesta a la ansiedad.
Intereses restringidos: Es común que los niños con autismo se obsesion con un tema o actividad específica, a menudo mostrando un interés profundo por algo muy específico, como los trenes, los números o los mapas. Estos intereses pueden dominar gran parte de su tiempo y atención, a veces limitando su capacidad para explorar otros temas o actividades.
Sensibilidad sensorial: Los niños con autismo pueden ser extremadamente sensibles a estímulos sensoriales, como luces brillantes, ruidos fuertes, texturas o sabores. Esto puede llevar a reacciones intensas como cubrirse los oídos, evitar ciertos alimentos o moverse hacia lugares tranquilos para evitar la sobrecarga sensorial.
Reacciones emocionales intensas: Los niños con autismo pueden experimentar emociones intensas y tener dificultades para expresarlas de manera adecuada. Pueden tener dificultades para entender o manejar sus propias emociones, lo que puede resultar en estallidos emocionales o crisis de ansiedad.
Conductas de evitación: En situaciones nuevas o abrumadoras, algunos niños con autismo pueden mostrar conductas de evitación, como retirarse o negarse a participar en ciertas actividades o situaciones sociales. Esto puede deberse a la dificultad para comprender o manejar lo que está sucediendo.
Para manejar el comportamiento en niños con autismo, es esencial crear un entorno predecible y estructurado, lo cual puede ayudarles a sentirse más seguros y reducir la ansiedad. Además, el enfoque debe ser individualizado, dado que cada niño es diferente. Algunas estrategias útiles incluyen:
Terapias de comunicación: El uso de sistemas alternativos de comunicación, como el lenguaje de señas, pictogramas o dispositivos de comunicación aumentativa, puede ayudar a los niños con autismo a expresarse mejor.
Refuerzo positivo: Premiar los comportamientos adecuados o los avances en las habilidades sociales y comunicativas puede ser una manera efectiva de fomentar el comportamiento deseado.
Terapia ocupacional: Ayuda a los niños a manejar las dificultades sensoriales y mejorar las habilidades motoras finas y gruesas.
Rutinas visuales: El uso de horarios visuales y actividades planificadas de antemano puede proporcionar estructura y previsibilidad, lo cual es muy útil para los niños con autismo.
Manejo de la ansiedad: Técnicas de relajación, como la respiración profunda o el uso de lugares tranquilos, pueden ayudar a los niños a calmarse durante momentos de sobrecarga emocional.
Es fundamental que los padres, educadores y profesionales trabajen de manera conjunta para comprender y responder a las necesidades individuales del niño, brindando un entorno de apoyo que fomente su desarrollo y bienestar.