Los trastornos de conducta más comunes en la infancia son aquellos que afectan la manera en que los niños interactúan con los demás y responden a su entorno. Estos trastornos pueden interferir con su capacidad para funcionar adecuadamente en el hogar, en la escuela y en otros entornos sociales.
El TDAH es uno de los trastornos más comunes en la infancia. Los niños con TDAH pueden ser muy impulsivos, tener dificultades para prestar atención y ser muy hiperactivos. Esto puede afectar su rendimiento escolar y sus relaciones sociales. A menudo, los niños con TDAH tienen problemas para seguir instrucciones, organizar tareas y controlar sus impulsos.
Síntomas principales:
Este trastorno se caracteriza por un patrón persistente de comportamientos agresivos, desobedientes o violatorios de las normas. Los niños con trastorno de conducta pueden mostrar conductas de destrucción de la propiedad, robo, mentir, o comportamientos crueles hacia los animales o personas.
Los niños con este trastorno muestran una actitud desafiante y desobediente hacia figuras de autoridad, como padres y maestros. Aunque no suelen ser tan agresivos como los niños con trastorno de conducta, sus comportamientos pueden ser igualmente problemáticos y generar conflictos frecuentes.
Los trastornos de ansiedad pueden afectar el comportamiento de los niños de muchas maneras. Los niños con ansiedad pueden volverse muy retraídos, tener miedo a situaciones sociales o mostrar una preocupación excesiva por situaciones cotidianas. Los miedos irracionales y las fobias son comunes en este tipo de trastornos.
Aunque no es exclusivo de la infancia, los trastornos de la conducta alimentaria pueden comenzar en la niñez. Los niños con estos trastornos tienen una relación disfuncional con la comida, lo que puede llevar a problemas de salud graves.
Aunque el TEA no se considera un "trastorno de conducta" en el sentido clásico, los niños con autismo pueden tener comportamientos que afectan su interacción social y sus respuestas a su entorno. El TEA puede incluir dificultades en la comunicación, la comprensión de normas sociales y patrones de comportamiento repetitivos.
Los trastornos del sueño, como la insomnio o el sonambulismo, pueden afectar el comportamiento de los niños. La falta de sueño puede llevar a irritabilidad, falta de concentración y problemas de comportamiento. Los trastornos del sueño también pueden estar relacionados con otros trastornos psicológicos.
Aunque la depresión es más común en adultos, los niños también pueden experimentar síntomas depresivos, aunque a menudo se manifiestan de forma diferente. Los niños deprimidos pueden volverse más retraídos, tener menos energía y mostrar pérdida de interés por actividades que antes disfrutaban.
Tratamiento y manejo El tratamiento para los trastornos de conducta varía dependiendo del diagnóstico y la gravedad del trastorno. Las intervenciones comunes incluyen terapia conductual, terapia familiar, medicamentos (en algunos casos), y programas de apoyo escolar. Es esencial que los padres, maestros y otros cuidadores trabajen juntos para proporcionar un ambiente estructurado y de apoyo que ayude al niño a desarrollar habilidades sociales y emocionales adecuadas.
Si un niño presenta síntomas de cualquiera de estos trastornos, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud mental para una evaluación completa y un plan de tratamiento adecuado.