La reencarnación es uno de los mayores misterios que la humanidad ha intentado comprender durante siglos. ¿Realmente dejamos de existir y volvemos a nacer? O, como sostienen muchas religiones, ¿existe una vida después de la muerte? La respuesta a esta pregunta sigue siendo una incógnita, y la ciencia, en su búsqueda por desentrañar este enigma, ha tratado de arrojar algo de luz sobre el tema .
Durante más de cuatro décadas, Stevenson, médico psiquiatra y profesor de la Universidad de Virginia, investigó casos que sugerían la existencia de la reencarnación. Su trabajo, que abarcó miles de testimonios, se basó estrictamente en el método científico, alejándose de cualquier creencia personal para centrarse en la evidencia. Su misión no era hacer una afirmación categórica sobre la reencarnación, sino presentar datos que permitieran a otros investigadores y al público reflexionar sobre este fenómeno tan fascinante.
¿Qué lo motivó a investigar este tema tan controversial? Según Stevenson, los casos que le llegaron a sus manos, principalmente de Asia y la India, eran demasiado intrigantes para ignorarlos. Niños que recordaban vidas pasadas, a menudo con detalles sorprendentes sobre lugares, personas y hechos que no podían haber conocido de otra manera. A lo largo de su investigación, Stevenson y su equipo descubrieron patrones comunes en los testimonios de estos niños, como recuerdos de muertes violentas o prematuras, el reconocimiento de familiares de vidas anteriores, y la persistencia de rasgos de personalidad de una vida a otra.
Uno de los casos más impactantes fue el de una niña llamada Warleta, quien, a los tres años, comenzó a recordar detalles de su vida pasada, incluso sugiriendo que debía visitar su antigua casa. Lo más sorprendente fue que, al hacerlo, reconoció a los miembros de su familia pasada y reveló secretos personales que sólo ella podría haber conocido. Casos similares fueron documentados en lugares tan dispares como Australia, Reino Unido y Estados Unidos, desafiando la idea de que la reencarnación es un fenómeno exclusivamente de culturas con fuertes creencias en ella.
A lo largo de su carrera, Stevenson nunca afirmó tener una respuesta definitiva, pero presentó una serie de casos que, al menos, abren la puerta a la posibilidad de que algo más allá de la muerte nos conecte con vidas pasadas. En sus investigaciones, encontró seis puntos comunes en casi todos los testimonios: recuerdos de una vida anterior desde temprana edad, detalles sobre la muerte de la persona anterior, el reconocimiento de lugares y personas, y la persistencia de rasgos de personalidad. Además, en un 90% de los casos, el género de la persona se mantenía igual de una vida a otra.
Aunque nunca pudo demostrar de manera concluyente la existencia de la reencarnación, el trabajo de Stevenson sigue siendo un referente en el campo de los estudios paranormales. Su legado nos invita a cuestionar nuestras creencias y a considerar que, tal vez, la muerte no sea el final de todo, sino solo una transición hacia algo más grande.
Hoy, más de 15 años después de su muerte, las investigaciones de Stevenson continúan siendo un tema de debate en la comunidad científica. Mientras algunos rechazan sus conclusiones, otros, como el psicólogo Jim Tucker, han continuado su trabajo, investigando nuevos casos que siguen desafiando nuestra comprensión de la vida y la muerte.