Imagina que un niño pequeño comienza a hablar de su vida pasada, recordando detalles tan específicos que parecen sacados de un libro de historia. Este es el asombroso caso de Jamie, un niño que, desde su más temprana edad, comenzó a revelar recuerdos inquietantes sobre el Titanic, el famoso barco que se hundió en 1912 .¿Es posible que este niño haya reencarnado de alguien que estuvo a bordo de la nave? Acompáñanos en esta fascinante historia que desafía la lógica y nos invita a reflexionar sobre la reencarnación.

Desde su nacimiento, Jamie fue un niño inusualmente avanzado. Aprendió a caminar y hablar antes que otros niños, y su curiosidad por el mundo era insaciable. Sin embargo, había algo peculiar en su comportamiento: un miedo irracional al agua. Aunque otros niños se divierten en la piscina, Jamie sufría ataques de pánico cada vez que se acercaba al agua. Este miedo no parecía tener una causa lógica en su vida actual, pero algo más profundo estaba en juego.

Con el paso de los años, las extrañas conexiones de Jamie con el Titanic comenzaron a surgir. A la edad de tres años, comenzó a mencionar detalles de su vida pasada, como si estuviera hablando de algo que había experimentado de primera mano. Hablaba de una bicicleta azul que su madre nunca había tenido, pero él sabía de su existencia. Además, comenzó a usar un acento británico y a referirse a términos náuticos como "babor" y "estribor", algo que ningún niño de su edad debería saber.

Pero lo más impactante fue cuando Jamie comenzó a tener terrores nocturnos. En sus pesadillas, gritaba cosas como "Me ahogo" y "Estamos muertos". Estos episodios coincidían con su obsesión por el Titanic, un barco que había visto en una película una sola vez, pero que parecía conocer de memoria. Sus dibujos del Titanic eran tan detallados que sorprendían a su familia, e incluso comenzó a hablar sobre los errores en la construcción del barco y la tragedia que ocurrió cuando se hundió.

El misterio se profundizó aún más cuando Jamie, sin haber jugado antes, completó un videojuego sobre el Titanic con una precisión asombrosa, como si hubiera estado allí. Fue entonces cuando su familia empezó a considerar una explicación increíble: ¿y si Jamie había sido una de las personas a bordo del Titanic en una vida pasada?

Investigaciones sobre la vida de Jamie lo llevaron a la figura de Thomas Andrews, el ingeniero del Titanic que había advertido sobre los peligros del barco antes de su fatídico viaje. Los detalles que Jamie mencionaba coincidían con la vida de Andrews, quien murió en el hundimiento del barco, eligiendo quedarse para asegurarse de que los demás pudieran escapar.

A pesar de la incredulidad inicial, la familia de Jamie comenzó a aceptar que su hijo había reencarnado. Con el tiempo, su obsesión por el Titanic comenzó a disminuir, y los terrores nocturnos cesaron. Jamie, ahora más enfocado en su vida presente, dejó atrás las memorias del pasado, pero siempre llevará consigo la conexión con el barco que marcó una tragedia histórica.