Adelgazar ¿pensando mucho?
Hace 15 horas
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¿Alguna vez has soñado con quemar calorías mientras resuelves un complicado acertijo o simplemente reflexionas sobre la vida? Parece una idea genial: convertir el ejercicio mental en una alternativa al gimnasio. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto?

Spoiler: aunque tu cerebro consume mucha energía, no es suficiente para que pensar te haga perder peso.

Tu cerebro: el órgano gorrón de energía

Aunque ocupa solo el 2% de tu peso corporal, el cerebro consume alrededor del 20% de la energía que tu cuerpo necesita en reposo .

Esto equivale a unas 300 calorías al día, ¡incluso si te quedas mirando Netflix todo el día! Pero antes de emocionarte, aquí está la trampa: este consumo es constante. Tu cerebro sigue funcionando a tope, incluso cuando parece que no estás haciendo nada.

El gasto energético del cerebro se distribuye en:

  • Mantenimiento celular: Un 25% de la energía asegura que tus neuronas se mantengan "en forma".
  • Potenciales de reposo: Un 15% se gasta en equilibrar los iones dentro y fuera de las neuronas cuando no están activas.
  • Potenciales de acción y transmisión sináptica: Aquí se va el 60%, asegurando que las neuronas se comuniquen y procesen información.

¿Pensar más significa gastar más?

La lógica podría llevarnos a creer que tareas intelectuales intensas, como resolver problemas matemáticos o escribir ensayos, aumentan significativamente el consumo de energía del cerebro. Sin embargo, los estudios indican que el incremento en el gasto calórico es sorprendentemente bajo.

Cuando realizas una tarea mental exigente, ciertas áreas del cerebro muestran un incremento en el flujo sanguíneo y en la actividad neuronal. Sin embargo, este aumento representa solo un 1% más de consumo energético respecto a su actividad en reposo. En términos calóricos, eso no es suficiente para compensar ni siquiera una galleta.

La falsa percepción del cerebro "en reposo"

Incluso cuando estás "desconectado" y mirando al vacío, tu cerebro está increíblemente activo. Está procesando información, reparando células y manteniendo sistemas esenciales en funcionamiento. Por eso, pensar más no supone un cambio radical en su gasto energético; simplemente pasa de "modo mono con platillos" a "modo idea brillante".

¿Por qué no podemos adelgazar pensando?

Aunque el cerebro es un devorador de glucosa, no logra competir con el gasto energético del ejercicio físico. Moverte, levantar pesas o simplemente caminar eleva tu consumo calórico total de manera mucho más significativa que cualquier actividad intelectual.

La idea de adelgazar pensando es tentadora, pero la realidad es que el esfuerzo físico sigue siendo la clave para quemar calorías de manera efectiva.

Entonces, ¿vale la pena pensar mucho?

Claro que sí, pero no para perder peso. Alimentar tu cerebro con nuevos desafíos y aprendizajes tiene beneficios inmensos para tu salud mental, creatividad y bienestar general.

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