Ubicado en el océano pacífico occidental a 200km de las islas Marianas, alberga criaturas extrañas y aterradoras que parecen sacadas de una película de terror. Uno de los aspectos más inquietantes es que en sus profundidades, donde la luz solar no llega y la presión es aplastante, se encuentran peces como el "pez dragón" y los anfípodos gigantes, criaturas con adaptaciones únicas como mandíbulas afiladas y cuerpos bioluminiscentes.
Pero lo más perturbador es que en 2014, científicos detectaron sonidos misteriosos en la fosa, apodados "la llamada del abismo" .
Este sonido inusual, con tonos similares a gritos o lamentos metálicos, sigue siendo un misterio sin explicación definitiva, lo que alimenta teorías sobre formas de vida desconocidas o fenómenos aún más oscuros en las profundidades insondables del océano.