En un mundo lleno de distracciones, es más fácil que nunca perderse en el momento y olvidarse de lo que realmente importa. No necesitas ser un experto para entender esto, y tampoco se trata de renunciar a la diversión de esta etapa única en tu vida .
Imagina que el esfuerzo que haces hoy es un regalo que envías a la persona que serás mañana. Quizás decidas entrenar, estudiar algo que te apasiona o desarrollar un talento. Esas pequeñas acciones son como cartas de agradecimiento que tu versión futura abrirá con una sonrisa.
Por ejemplo, alguien que hoy entrena con dedicación estará regalándose un cuerpo saludable en unos años. Si empiezas un proyecto personal, más adelante tendrás la satisfacción de ver hasta dónde has llegado. Incluso algo tan sencillo como escribir tus metas puede ser el primer paso hacia algo grande.
Vivir intensamente tu adolescencia es importante: haz amigos, explora el mundo y diviértete. Pero no dejes que el presente te robe las oportunidades del futuro. Mientras disfrutas, toma un momento para pensar en tres cosas que podrías regalarle a tu yo del futuro.
No se trata de cumplir expectativas ajenas, sino de hacerte feliz a ti mismo. Piensa en quién quieres ser en unos años. ¿Qué puedes hacer hoy para que esa persona esté agradecida contigo?
El tiempo pasa rápido, pero cada decisión que tomes puede ser una inversión en tu felicidad futura. Empieza ahora. Hazte regalos. Tu yo del mañana te lo agradecerá. ?