En la era digital actual, la tecnología juega un papel importante en la vida de los niños. Los dispositivos electrónicos, como tabletas, teléfonos y computadoras, pueden ser herramientas educativas y de entretenimiento, pero también presentan riesgos cuando no se manejan de manera adecuada .
Una de las bases de la crianza respetuosa es el establecimiento de límites que ayuden al niño a comprender lo que es adecuado y lo que no lo es. Con la tecnología, esto puede incluir la limitación del tiempo de pantalla, asegurando que los niños no pasen demasiado tiempo frente a dispositivos electrónicos. Estos límites deben ser claros, consistentes y aplicados de manera justa.
Por ejemplo, se puede establecer un límite de tiempo de una hora al día para el uso de pantallas, y ser firmes al respecto, sin ceder constantemente. Sin embargo, es importante que los padres expliquen de manera respetuosa y comprensiva por qué estos límites son necesarios, evitando la imposición autoritaria.
El uso de dispositivos electrónicos no debe reemplazar actividades más esenciales para el desarrollo, como el juego al aire libre, la lectura, o el tiempo en familia. La crianza respetuosa implica dar a los niños espacio para explorar y disfrutar de otras formas de interacción social y aprendizaje que no estén mediadas por pantallas.
Animar a los niños a que se diviertan sin dispositivos, ya sea a través del juego creativo, la actividad física o incluso conversaciones en familia, es esencial para su bienestar general. Los padres pueden modelar este comportamiento al limitar su propio uso de tecnología cuando están en casa.
En lugar de simplemente restringir el acceso a la tecnología, los padres pueden tomar un enfoque proactivo seleccionando contenidos que sean adecuados para la edad del niño. Aplicaciones educativas, programas de televisión y juegos que fomenten la creatividad, el aprendizaje y la resolución de problemas son excelentes alternativas.
La crianza respetuosa promueve la comunicación abierta, por lo que los padres pueden involucrar a los niños en la elección de los contenidos, ayudándoles a comprender por qué ciertos programas o juegos son apropiados y otros no. Esto no solo les da un sentido de autonomía, sino que también fomenta la toma de decisiones responsables.
Una forma positiva de integrar la tecnología en la crianza respetuosa es usarla como una actividad compartida. Ver juntos una película educativa, jugar a un videojuego en equipo o investigar un tema de interés son formas de crear experiencias compartidas y fortalecer el vínculo familiar. Esto también permite a los padres supervisar y guiar el uso de la tecnología de manera activa, asegurándose de que los niños estén recibiendo los beneficios educativos y de entretenimiento adecuados.
Es fundamental que los niños aprendan sobre los riesgos asociados con el uso de la tecnología, como la exposición a contenido inapropiado o el contacto con extraños en línea. Los padres deben fomentar una comunicación abierta, donde los niños se sientan seguros de hablar sobre sus experiencias en línea sin miedo a ser castigados.
Los padres pueden explicar los conceptos de privacidad y seguridad en línea de manera adecuada para la edad del niño, y trabajar juntos para establecer reglas sobre el uso seguro de Internet. También es importante mantener un diálogo continuo a medida que los niños crecen y se enfrentan a nuevos desafíos tecnológicos.
Los niños aprenden observando el comportamiento de sus padres. Si los adultos pasan mucho tiempo en sus dispositivos electrónicos, es probable que los niños imiten ese comportamiento. En lugar de simplemente darles reglas sobre el uso de la tecnología, los padres deben modelar un uso equilibrado y respetuoso de la tecnología. Esto incluye dejar los dispositivos a un lado durante las comidas, las actividades familiares y los momentos de descanso.
El modelado de buenos hábitos tecnológicos también puede incluir el uso de dispositivos para educarse o para compartir tiempo de calidad con los demás, demostrando que la tecnología puede ser una herramienta positiva cuando se usa de manera responsable.
Un aspecto clave de la crianza respetuosa es fomentar la autonomía del niño. En lugar de imponer reglas estrictas, los padres pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades de autorregulación y toma de decisiones. Esto implica hablar sobre los efectos negativos del uso excesivo de la tecnología, como la fatiga visual o la disminución de la actividad física, y ayudarles a gestionar su propio tiempo en línea.
En lugar de solo decir "no" a un dispositivo, los padres pueden colaborar con los niños en la creación de un plan o rutina diaria que incluya tiempos para la tecnología y tiempos para otras actividades importantes.
La crianza respetuosa y la tecnología no tienen que ser incompatibles. Al aplicar principios de empatía, comunicación abierta y establecimiento de límites saludables, los padres pueden guiar a los niños a un uso equilibrado y beneficioso de la tecnología. Esto no solo promueve el bienestar de los niños, sino que también fortalece la relación familiar y les enseña a ser usuarios responsables y conscientes de la tecnología.
