Imagina hacer lo mismo que Homer...
Sacarte una foto cada día de tu vida para ver:
Tus cambios desde bebé.
La niñez, la ilusión y admiración que se tiene por todo, donde se define la base de la persona que seremos en el futuro .
La adolescencia, esa etapa de cambio continuo, en la que se está en rebeldía hasta con el sol.
En la que te fijas unas metas familiares, sociales, laborales, etc.
La edad adulta que por lo general es la etapa más monótona y aburrida, donde aprecias que esas metas de la adolescencia han queda dado en sueños y fantasías.
Donde trabajas para vivir y vives para trabajar.
Y por último la vejez y muerte, donde ves que tu vida no ha sido plena y mueres sintiendo que no deberías haber dejado pasar tantos trenes.
Creo que la vida adulta se vuelve monótona muchas veces cuando cambias tus metas y sueños por un trabajo estable.
Cuando eso ocurre ya no te levantas con esa motivación día a día por conseguir cosas, perseguir tus sueños o aspiraciones. Te levantas para trabajar, llegar a casa, cuidar a tus hijos y poco más... así día tras día... pero oye, hay gente que es feliz así.
Cuando eso ocurre ya no te levantas con esa motivación día a día por conseguir cosas, perseguir tus sueños o aspiraciones. Te levantas para trabajar, llegar a casa, cuidar a tus hijos y poco más... así día tras día... pero oye, hay gente que es feliz así.