Bajo las bulliciosas calles de París, lejos del glamour de la Torre Eiffel o el romanticismo del Sena, se encuentra un lugar que combina misterio, historia y fascinación: las Catacumbas de París. Este entramado de túneles y osarios, situado a unos 20 metros bajo tierra, es una de las atracciones más inquietantes y únicas de la capital francesa.

Un Poco de Historia

A finales del siglo XVIII, los cementerios de París estaban desbordados, causando problemas de salubridad en la ciudad .

En 1786, comenzaron los traslados, y durante los siguientes años, millones de esqueletos fueron reubicados en lo que hoy conocemos como las Catacumbas. Actualmente, se estima que allí reposan los restos de más de 6 millones de personas.

¿Qué Ver en las Catacumbas?

Un recorrido por las Catacumbas es una experiencia única. A medida que avanzas por los túneles oscuros y estrechos, encontrarás:

• El Osario: La sección más impactante, donde los huesos están apilados de manera ordenada, formando patrones que son tan macabros como fascinantes.


• Inscripciones y placas: Muchas contienen citas en latín o francés antiguo que reflexionan sobre la vida, la muerte y el tiempo.


• La Rotonda de los Tibias: Una de las zonas más emblemáticas, decorada con tibias y cráneos en formas geométricas.

Consejos para la Visita

1. Compra las entradas con antelación: Las Catacumbas son una atracción muy popular, y las filas pueden ser largas.


2. Lleva ropa cómoda: La temperatura en el interior es constante, alrededor de 14°C, así que es recomendable llevar algo de abrigo.


3. No apto para claustrofóbicos: Los túneles son estrechos y oscuros, lo que puede ser incómodo para algunas personas.


4. Duración: El recorrido tiene aproximadamente 1.5 kilómetros y suele durar unos 45 minutos.

Curiosidades sobre las Catacumbas

• Un refugio secreto: Durante la Segunda Guerra Mundial, la resistencia francesa utilizó las Catacumbas como escondite.


• Cine bajo tierra: En 2004, se descubrió un cine clandestino en una sección no autorizada de las Catacumbas.


• Túneles prohibidos: Solo una pequeña parte es accesible al público. El resto, conocido como "las catacumbas ilegales", es explorado por aventureros llamados cataphiles.

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