Las Lágrimas del Cielo Roto: El Renacer de la Magia ??
Hace 5 días
Tiempo de lectura aprox. :
4 min.
0 votos

En el Reino de Valdar, donde los cielos eran de un azul profundo y el sol nunca se ocultaba, existía una antigua leyenda. Decían que un día el cielo se rompería, y las lágrimas de los dioses caerían sobre la tierra, trayendo consigo la salvación o la destrucción .

Nadie había creído en la leyenda hasta que, una tarde, el cielo se partió en dos.

Era una tarde común cuando Aeliana, una joven de cabellos plateados y ojos que reflejaban el brillo de las estrellas, estaba recolectando hierbas en el bosque cercano a la aldea. De repente, un resplandor cegador iluminó el horizonte, seguido de un estruendo que hizo temblar la tierra. Aeliana levantó la vista y vio cómo el cielo, que siempre había sido perfecto, se rompía en mil pedazos, como un cristal frágil. Del enorme agujero surgieron gotas de luz, como lágrimas brillantes, que caían lentamente sobre el mundo.

Al principio, la gente pensó que era un fenómeno natural, pero pronto los aldeanos comenzaron a enfermar. Las lágrimas que tocaban la tierra no solo brillaban, sino que cambiaban todo a su paso: la flora se marchitaba, el agua se tornaba oscura, y los animales se volvían agresivos. Aeliana, sintiendo una conexión inexplicable con el cielo roto, decidió investigar la fuente de las lágrimas.

Guiada por una visión misteriosa, llegó a las ruinas de un antiguo templo en lo profundo del bosque, donde se encontraba la figura de un anciano con ojos llenos de sabiduría. Él le reveló un secreto olvidado por generaciones: las lágrimas del cielo roto no eran simplemente gotas de tristeza, sino la esencia misma de los dioses, fragmentada por la ira de los cielos ante el abandono de los humanos hacia la magia y la naturaleza.

Para evitar la destrucción total, Aeliana debía encontrar los cinco Cristales del Alma, artefactos creados por los dioses para restaurar el equilibrio entre el cielo y la tierra. Cada cristal estaba escondido en un rincón diferente del mundo: en las profundidades de un volcán, bajo el agua del océano más profundo, en las ruinas de una ciudad perdida, entre las montañas nevadas, y en el corazón de un bosque sombrío.

El viaje no sería fácil. A lo largo de su aventura, Aeliana enfrentó criaturas místicas, desafíos imposibles y tentaciones que amenazaban con desviar su misión. Sin embargo, a medida que recogía los cristales, la magia que había estado dormida en ella comenzaba a despertar. Descubrió que su linaje estaba vinculado a los antiguos guardianes de la magia, y que ella misma era la clave para restaurar el cielo roto.

Finalmente, después de superar innumerables obstáculos, Aeliana llegó al último cristal, el que yacía en el corazón de un bosque oscuro y silente. Cuando lo tocó, una explosión de luz iluminó todo el bosque y, por primera vez en muchos siglos, el cielo comenzó a curarse. Las lágrimas de los dioses se evaporaron, dejando tras de sí un cielo renovado, brillante y lleno de esperanza.

El cielo roto fue reparado, y la tierra floreció nuevamente. Aeliana regresó a su aldea como una heroína, pero sabía que la verdadera misión no había terminado. La magia debía ser preservada, y el equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza debía ser cuidado. La leyenda de las lágrimas del cielo roto se convirtió en una nueva enseñanza, un recordatorio de la importancia de respetar el mundo que los rodea.










Y así, bajo el cielo restaurado, Aeliana se convirtió en la Guardiana de los Cristales, una protectora de la magia y de la tierra, asegurándose de que nunca más el cielo se rompiera.

136 visitas
Valora la calidad de esta publicación
0 votos

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Adimvi es mejor en su app para Android e IOS.