El Corazón del Dragón Azul: La Elegida de los Vientos??
Hace 3 días
Tiempo de lectura aprox. :
4 min.
0 votos

En las montañas de Aranara, donde los picos nevados tocaban el cielo, existía una leyenda que hablaba de un dragón azul con el poder de dominar los vientos y las tormentas. Se decía que su corazón latía con la fuerza de un milenio, guardado en el interior de una cueva secreta, accesible solo para aquellos dignos de recibir su poder .

Sin embargo, muchos habían intentado encontrarlo y nunca regresaron.

La joven Elara, una huérfana que creció en las aldeas cercanas, siempre escuchó las historias sobre el dragón y su corazón. Durante años, soñó con hallar la cueva secreta, no por ambición de poder, sino por el deseo de proteger a su gente, que constantemente sufría ataques de criaturas oscuras que emergían del bosque prohibido.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Elara encontró una extraña piedra azul, tan brillante como un zafiro, que parecía latir con vida propia. La piedra le susurró al oído: "El corazón del dragón te espera, solo tú puedes reclamarlo". Elara, sorprendida y asustada, sintió una conexión inexplicable con la piedra y supo que había llegado el momento.

Con determinación, emprendió su viaje hacia las montañas de Aranara, guiada por la piedra. Atravesó bosques encantados, cruzó ríos que susurraban antiguos secretos, y enfrentó criaturas fantásticas que intentaron desviarla de su camino. Pero nunca perdió la esperanza.

Finalmente, tras días de caminata, Elara llegó a la entrada de la cueva secreta, un gigantesco arco de hielo que brillaba como un espejo en la oscuridad. Dentro, la cueva era vastísima, y en su centro descansaba un dragón azul, tan majestuoso y imponente que sus alas parecían abarcar todo el lugar. En su pecho, rodeado por escamas que relucían como gemas, latía el corazón azul.

El dragón despertó al sentir la presencia de Elara, sus ojos dorados se fijaron en ella con una mezcla de curiosidad y respeto. “Has llegado,” dijo con voz profunda que resonó en las paredes de la cueva. “Solo aquellos con un corazón puro pueden tocar el mío. ¿Qué deseas, valiente humana?”

Elara, con el corazón acelerado, respondió: “Quiero proteger a mi gente. La oscuridad acecha, y necesito el poder para salvarlos.”

El dragón la observó por un momento, y luego, con un movimiento suave de su gran ala, le ofreció el corazón azul. “El poder que buscas reside en la valentía y la sabiduría, no solo en la fuerza. Si eres digna, el corazón te ayudará a comprender el equilibrio de la naturaleza y a guiar a aquellos que necesitan protección.”

Elara extendió la mano, y al tocar el corazón del dragón, una ola de energía recorrió su cuerpo. Su mente se llenó de visiones del pasado y el futuro, de batallas libradas y ganadas, de seres oscuros derrotados por la luz de la esperanza. El corazón del dragón no le otorgó solo poder, sino también comprensión.

De regreso en su aldea, Elara usó el poder del corazón para restaurar el equilibrio en el bosque y en su gente. Las criaturas oscuras fueron vencidas, y la paz reinó nuevamente en la región. Elara no solo se convirtió en la protectora de su pueblo, sino en la guardiana de un legado mucho mayor: el Corazón del Dragón Azul, que ahora latía en su propio pecho, un símbolo de coraje, sabiduría y esperanza para las generaciones futuras.












Así, la leyenda del dragón azul perduró, no solo como una historia de poder, sino como un recordatorio de que, a veces, el mayor poder radica en el corazón puro de aquellos que buscan la verdad y el bien.

135 visitas
Valora la calidad de esta publicación
0 votos

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Adimvi es mejor en su app para Android e IOS.