No saber qué hacer con tu vida puede sentirse como estar atrapado en un callejón sin salida. Todos esperamos encontrar una respuesta clara, algo que nos dé un propósito, pero la verdad es que la vida no funciona así .
En lugar de esperar esa revelación mágica que te diga qué hacer, hay algo mucho más simple pero poderoso: haz algo ahora mismo. No tienes que saber exactamente qué será, pero tomar acción te lleva más cerca de lo que realmente quieres hacer.
A veces, el error más grande es esperar a tenerlo todo claro. Nos quedamos congelados por el miedo de tomar el camino equivocado, cuando en realidad lo que más necesitas es empezar. Haz algo, incluso si no es perfecto. Lo importante es moverse.
Y no, no se trata de encontrar una respuesta definitiva que guíe toda tu vida. Se trata de dar pasos pequeños, de probar y descubrir lo que realmente te apasiona. Tal vez no te guste lo que pruebas, pero eso también está bien. Te acerca más a lo que sí te gusta. Cada error es solo una lección disfrazada.
Lo que aprendí es que la vida es un camino, no un destino. Los que parecen tenerlo todo claro no son personas que nunca se equivocaron, sino personas que nunca dejaron de moverse, incluso cuando no sabían qué pasaría a continuación.
Así que, si hoy te sientes perdido, no te preocupes. No tienes que tenerlo todo resuelto ahora mismo. Solo tienes que empezar, y con cada paso, las respuestas llegarán.