Historias de terror que te quitarán el sueño, pero si estás muy cansado igual dormirás
Hace 2 días
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1. La muñeca

Desde niño, siempre tuve una fascinación por las muñecas .

Sin embargo, a medida que crecí, descubrí que su mirada inquietante era más aterradora de lo que imaginaba. Después de casi un año de relación, finalmente decidí mostrarle a mi pareja mi colección de muñecas. A pesar de mis intentos por disuadirla, la emoción de ella al entrar a la casa se convirtió en terror al ver la cantidad de muñecas. Al final, lo que temía sucedió: un forcejeo violento, su grito ahogado, y ahora, tengo una nueva muñeca para mi colección.

2. El botón rojo

La vida de un matrimonio monótona, hasta que un día alguien deja en su puerta una caja con un botón rojo. Junto con ella, una extraña carta: si presionas el botón, alguien que no conoces morirá y recibirás 500,000 dólares. Aunque inicialmente se resisten, el dilema les consume, y no pueden dejar de pensar en lo que podría pasar. Tras dos días de torturarse con la idea, el hombre vuelve, entrega el dinero, y revela que, efectivamente, alguien murió por su acción. Lo más aterrador es que el botón ahora está reprogramado y será entregado a otro cliente... y todo empieza de nuevo.

3. Los golpes en la puerta

Estaba en clase cuando comencé a escuchar los primeros golpes en la puerta del baño. Pensé que era alguien que realmente necesitaba entrar, pero al escuchar los gritos, supe que algo no estaba bien. Al principio, la voz de una persona asustada, luego una voz que se volvía más enfadada y agresiva. El miedo creció cuando meses después, en una barbacoa familiar, me encontré nuevamente encerrado en un cobertizo. La puerta comenzó a ser golpeada por algo, alguien, que juraba que me arrancaría los dientes si no la dejaba entrar. Después de muchos años, las voces volvieron... pero ahora eran más extrañas y aterradoras.

4. Las huellas en la nieve

Una noche, mientras escuchaba las noticias sobre un asesino en el pueblo, me percaté de una figura parada en el jardín, en medio de la nieve. El hombre tenía una gran quemadura en el rostro, tal como describían en las noticias. Pero algo no estaba bien. Cuando miré nuevamente, me di cuenta de que la quemadura estaba en el lado opuesto. Traté de marcar el número de emergencias, pero en ese segundo, desapareció. Lo más aterrador es que, al revisar la nieve, no había huellas. ¿Cómo era eso posible?

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