Cuando hablamos de discriminación, solemos pensar en aspectos como el racismo, la religión o los conflictos históricos. En Japón, estos temas existen, pero hay una forma de discriminación mucho más sutil que probablemente no encuentres en otros lugares, y que afecta tanto a extranjeros como a los propios japoneses.
No es violenta ni está cargada de odio, pero es algo que te acompañará mientras vivas allí .
Imagina esto: trabajas en una empresa japonesa y no se espera de ti que hagas horas extras como tus compañeros japoneses. A simple vista, parece un trato preferencial. Sin embargo, ¿cómo te sentirías al ser tratado de manera diferente, aunque sea "para facilitarte la vida"? Este tipo de experiencias no son raras y reflejan un esfuerzo por preservar la armonía cultural, aunque a menudo pueda malinterpretarse.
Un ejemplo curioso: en una consulta médica, en lugar de explicarte directamente algo, el personal prefiere decírselo a tu pareja japonesa para evitar posibles malentendidos. Este enfoque busca la "fluidez", una solución práctica desde su perspectiva, pero puede percibirse como un gesto excluyente.
Japón es un país que valora profundamente la armonía social, lo que a menudo da lugar a este tipo de comportamientos. Lo importante es entender que no suelen hacerse con mala intención, sino como una forma de adaptarse a las diferencias culturales.
Esta discriminación sutil es compleja y, aunque no desaparecerá fácilmente, no tiene por qué convertirse en un obstáculo insuperable. Si estás pensando en viajar o vivir en Japón, prepárate para afrontar estas situaciones con mente abierta y perspectiva cultural.
