Es una frase que escuchamos una y otra vez: "Si no te amas a ti mismo, nadie más lo hará." Suena poderoso, casi como una verdad absoluta, pero ¿es tan simple como parece?
La idea detrás de esta frase busca enseñarnos algo importante: que el amor propio es la base de cómo nos relacionamos con los demás. Nos invita a cuidar de nosotros mismos, a establecer límites, y a llenar nuestros propios vacíos emocionales .
La verdad es que el camino hacia el amor propio no es lineal ni fácil. Hay días en los que te sientes invencible, pero también hay días en los que dudas de ti mismo, cuando la autocrítica y la inseguridad toman el control. En esos momentos, pensar que nadie puede amarte porque no te amas lo suficiente es un pensamiento cruel e injusto.
El amor que recibimos de quienes nos rodean puede ser justo lo que necesitamos para seguir adelante. Esos gestos de cariño, apoyo y empatía pueden ser recordatorios de nuestro valor, espejos que nos muestran la luz que a veces no vemos en nosotros mismos. No se trata de depender del amor externo para llenar nuestros vacíos, pero sí de reconocer que no estamos solos en esta vida.
Piensa en esos momentos oscuros, en los días difíciles donde todo parece ir mal. ¿Cuántas veces un abrazo, unas palabras amables o simplemente la presencia de alguien que te quiere te han ayudado a seguir adelante? Apoyarnos en nuestra tribu, en esas personas que nos aman incondicionalmente, no nos hace débiles; nos hace humanos.
Así que sí, amarte a ti mismo es importante, pero no te castigues en el proceso. Permítete recibir amor mientras encuentras tu propio camino hacia el amor propio. Al final, la conexión con los demás también nos ayuda a recordar quiénes somos y lo que valemos.
Hoy, date permiso para aceptar el amor que otros te ofrecen y para reconocer tu magia, incluso en los días en que no la ves claramente. ?
