Japón, un país conocido por su serenidad, su mezcla de tradición y modernidad, y su exquisita hospitalidad, está enfrentando un fenómeno alarmante: la expulsión de turistas y restricciones en zonas turísticas. ¿Qué está pasando en el "País del Sol Naciente"?
El turismo masivo, que antes se veía como un motor económico, ahora se ha convertido en un desafío para los japoneses .
Pero el problema no se limita a la cantidad, sino al comportamiento: hablar alto en el transporte público, invadir espacios sagrados, tomar fotos sin permiso, e incluso actos de vandalismo, han causado tensiones entre turistas y locales. Casos extremos como el de “Johnny Somali”, un streamer que se burlaba de la cultura japonesa en transmisiones en vivo, han exacerbado la situación y afectado la percepción de los extranjeros en Japón.
El gobierno japonés ha respondido con campañas educativas, restricciones de acceso y multas para quienes no respeten las normas. Aunque la mayoría de los turistas son respetuosos, los malos comportamientos han llevado a muchos japoneses a repensar la convivencia con los visitantes.