Es uno de los mitos más comunes: "Los franceses no se bañan". Pero, ¿realmente es cierto que los habitantes de París (y Francia en general) no se preocupan por su higiene? En este post, exploramos este y otros estereotipos que rodean a la cultura francesa, para descubrir cuántos de ellos son simplemente falsos.
A menudo escuchamos que los franceses tienen una rutina de higiene diferente .
Los franceses, de hecho, tienen algunos de los mejores perfumes del mundo, y muchos de ellos tienen una rutina de baño distinta a la nuestra. Mientras nosotros preferimos bañarnos por la mañana para empezar el día, en Francia es común que lo hagan por la noche, antes de acostarse, para estar frescos en la cama.
Otro de los grandes mitos sobre los franceses es que son groseros o antipáticos, especialmente en París. Pero, ¿es esto cierto? Si bien es cierto que en ciudades grandes, la gente puede parecer más reservada o impersonal, la mayoría de los parisinos son, en realidad, muy educados y amables. No caigas en el estereotipo de que todos son groseros solo porque una persona te hizo una mala cara.
Claro, la baguette y el croissant son los íconos de la gastronomía francesa, pero París ofrece una vasta diversidad culinaria que va mucho más allá. Desde la comida asiática hasta los platos colombianos, los restaurantes de la ciudad ofrecen una mezcla increíble de sabores, todos preparados con un toque único francés.
Aunque París es conocida como la "ciudad del amor", no todos los parisinos son románticos empedernidos. Muchos turistas llegan a la ciudad con la idea de vivir un cuento de hadas, pero lo que no saben es que muchos de los momentos románticos que presencian están organizados por empresas que crean el ambiente perfecto para fotos y propuestas de matrimonio. El romanticismo está en el aire, pero no necesariamente en el corazón de cada parisino.
Si bien no es un tema del que todos hablen, es cierto que París tiene un problema con las ratas. De hecho, la ciudad ocupa el cuarto lugar en el mundo con mayor número de ratas, debido a sus antiguos sistemas de alcantarillado. Pero no te alarmes: esto no significa que París esté invadida. Como en cualquier gran ciudad, las ratas son parte del paisaje urbano, pero no son algo que deberías dejar que te arruine la experiencia.