El Refugio de los Corazones
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Había una vez una niña llamada Sofía, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de campos y bosques. Desde muy pequeña, había sentido un amor profundo por los animales .
Pasaba horas en el jardín de su casa, observando a las mariposas, alimentando a los pájaros y acariciando a los gatos que se acercaban a su hogar. Sin embargo, su vida en casa no era fácil. Su madre, una mujer que había perdido la alegría de vivir, a menudo se desquitaba con ella, gritando y maltratándola por cualquier cosa.

Un día, mientras paseaba por el parque, Sofía encontró a un gato ciego que se había perdido. Sus ojos, aunque vacíos, parecían llenos de una tristeza profunda. Sin pensarlo dos veces, ella lo recogió y lo llevó a casa. Lo llamó "Nube" y decidió cuidarlo. Cada día, le daba de comer y lo acariciaba con ternura, sintiendo que su amor podía ayudarlo a sanar.

Poco después, la niña encontró a un pecesito solitario en un estante y sin dudarlo, lo llevó a casa y lo llamó "Luz". Con mucho cuidado, Sofía le hizo un pequeño refugio en su habitación y comenzó a cuidarlos. Pasaba horas hablando con Nube y Luz, compartiendo con ellos sus sueños y miedos, sintiendo que eran sus únicos amigos.

A medida que pasaban los días, la situación en casa se volvía cada vez más difícil. Su madre, en lugar de entender el amor que la pequeña sentía por los animales, se enojaba aún más al ver que la niña dedicaba su tiempo a cuidar de ellos. Un día, en un arranque de furia, su madre decidió que ya no podía soportar la presencia de Nube y Luz. Sofía, aterrorizada, se aferró a sus amigos, pero su madre, en un acto de desesperación, los echó de casa.

Fue entonces cuando Sofía, sintiendo que no podía seguir viviendo en ese ambiente, decidió escapar con Nube y Luz. Juntos, se refugiaron en un pequeño cobertizo en el bosque, donde Sofía se prometió a sí misma que haría todo lo posible por proteger a sus amigos. Sin embargo, la vida en el bosque era dura. La niña se sentía sola y asustada, y aunque hacía todo lo posible por cuidar de Nube y Luz, sabía que necesitaba ayuda.

Un día, mientras buscaba comida, una familia que paseaba por el bosque la encontró. Eran amables y se dieron cuenta de que Sofía estaba sola y desprotegida. La llevaron a su casa, donde le ofrecieron un lugar cálido y seguro. Sofía, aunque al principio dudaba, sintió que en sus corazones había un amor genuino. Con el tiempo, la familia adoptó a la niña, y ella se sintió finalmente en casa.

Con el apoyo de su nueva familia, Sofía pudo sanar las heridas de su pasado. Nube y Luz también encontraron un lugar en su nuevo hogar, donde eran queridos y cuidados. Sofía aprendió que el amor puede superar el dolor y que siempre hay esperanza, incluso en los momentos más oscuros. Juntos, formaron una familia llena de amor, respeto y, sobre todo, un profundo cariño por todos los seres vivos. Sofía nunca olvidó su pasado, pero ahora sabía que tenía un futuro brillante por delante, rodeada de aquellos que la amaban.

Fin
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Andres Forero 0 puntos Hace 13 horas Andres Forero 0 puntos
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