Claro que hay que exteriorizar nuestro estado de ánimo, ya que de no ser así este nos devoraria por conpleto.
El problema lo encuentra la gente que carece de apoyos, todos estos provocados por desconfianza, puñaladas por la espalda y demás causas.
¿A quien debe acudir esta persona?
¿A un psicólogo que solo cumple su jornada?
¿A un psiquiatra que le atiborre a pastillas?
Estas ayudas carecen del componente más importante, el afecto.
Y si no hay afecto que acompañe al asesoramiento, casi es mejor tragar y tirar pa' lante
Eso sí, hay que saber con quién desahogarte, porque hay personas que pueden hundirte más.