Existen investigaciones que nos dicen que la comparación social ocurre automáticamente en nuestra mente, incluso si no lo deseamos. Un estudio publicado en *Nature Human Behavior* encontró que el cerebro responde a las comparaciones sociales sin que estemos pensando activamente en ellas .El primer paso es aceptar que esto es algo totalmente natural, parte de nosotros. No debemos pelear contra este pensamiento, no es nada maligno. Lo que puede ser dañino es lo que hacemos con él: actuar desde la comparación, dejar que decida por ti.

Ahora, hablemos de lo que alimenta la comparación: lo que vemos, lo que leemos, lo que escuchamos todos los días. Si tu cerebro ya tiene este "botón automático" de la comparación, solo está buscando algo que lo active. Si pasas todo el tiempo en redes sociales, viendo lo que hacen los demás y dejándote a ti misma de lado, eso es realmente peligroso. 

Imagina tu mente y cuerpo como un jardín lleno de flores, colores, olores y frutos. Pero enfrente de ti hay otros jardines, grandes también, pero que no se ven como el tuyo. Lo correcto sería regar tu propio jardín, porque ya es precioso. Te llevó años construirlo, elegiste qué flores y frutos crecerían ahí. Pero de repente, lo único que haces es sentarte a ver los jardines de enfrente. Tienes una cubeta llena de agua a tu lado, con la que podrías estar regando tu jardín, pero ni siquiera te das cuenta, porque todo el tiempo estás admirando lo que hay enfrente.

Si tan solo regaras todos los días tu jardín, lo observarías con claridad, verías sus necesidades. Si te sentaras en medio de él, sentirías cómo está vivo, cómo está fresco. Crecería muchísimo más. Claro que seguirías admirando los otros jardines, pero ya no sería tu enfoque, porque estarías tan conectada con el tuyo. Lo adorarías, no solo porque lo observas, sino porque también lo sientes. Has puesto tanto esfuerzo, no solo en cómo se ve, sino en cómo se siente. Todo en tu jardín se vería sano y colorido.

Les puedo asegurar que el momento en el que cambié la comparación por admiración e inspiración fue porque empecé a sentirme más completa conmigo misma. Cuando comencé a verme no solo como alguien bonita, sino como alguien capaz e inteligente, me di cuenta de que mis metas eran muy grandes y que iba a necesitar mucha ayuda de mí misma y de mi enfoque.

Tu cerebro es muy poderoso; es el que dicta tu realidad. Ayúdalo, cuida tu cuerpo: haz ejercicio, cuida tu piel, invierte en cosas que te hagan sentir bien. Pero acepta que vas a verte como tú, y eso es lo importante. Qué aburrido sería que todas nos viéramos exactamente iguales. Te juro que eres mil veces más bella cuando eres segura de ti misma. Y de verdad, cuando percibes que alguien es segura, su brillo aumenta un 100%. Es algo que se nota.

Es importante que sepas que tienes tu propio camino, y nunca será igual al de los demás. Será como tú lo dictes, con base en las decisiones que tomes hoy. Porque lo único que existe es el presente. Dejar de compararte es un trabajo en equipo contigo misma. No solo debes atender lo físico, sino también lo emocional. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te sientes después de una conversación? ¿Cómo te sientes cuando estás triste y por qué? Conocerte es quererte, y esa autenticidad es una herramienta poderosa para no estar comparándote todo el tiempo.

Sí, es algo natural, pero hay que aprender a controlarlo. Vivimos en un mundo lleno de sobreinformación y contenido aspiracional, por lo que es normal que en algún momento te pongas a pensar en qué estás haciendo con tu vida. También es muy importante con quién te rodeas. No puedes empezar un camino de amor propio si estás rodeada de personas que no creen en ti o que no están en la misma sintonía. No hay que convivir mucho con quienes no son buenos para tu alma.

Recuerda, tienes un jardín grande y brillante que puedes expandir siempre que quieras. Tu existencia debería ser tan importante para ti que toda tu energía vaya solo a ella. Y otra cosa: la persona con la que te comparaste, probablemente ya se comparó muchas veces, incluso más que tú. No lo sabrás nunca, y tampoco te tiene que importar. No debes deshumanizar a los demás ni creerte todo lo que ves. Todos publicamos solo lo que queremos que los demás vean, y eso está bien. Ahí es cuando debes reflexionar y elegir qué crees y qué no.

Solo nosotros somos responsables de lo que hacemos con lo que tenemos. Si estás todo el tiempo consumiendo cosas que activan ese chip de la comparación, tu mundo interior estará lleno de eso, y eso no te permitirá avanzar. Todo el tiempo que pases comparándote, úsalo para conocerte, para construir nuevos hábitos y para tener conversaciones profundas contigo misma. Cuanto más tiempo pases contigo misma, más imposible será voltear a ver lo que hacen los demás y preguntarte por qué no tienes lo que ellas tienen. Cuando te apasione tu propio crecimiento, no habrá espacio para compararte.

Cuando experimentes esto, tu alma se va a sentir en paz, y eso es lo más importante.

Las quiero mucho. Este fue el post de hoy. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo disfruté hacerlo. ¡Nos vemos pronto!