Quieren CULPAR a BLEACH de un AESINATO
Hace 1 día
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NUEVA ZELANDA – Gabriel Hikari Yad-Elohim, quien cumple cadena perpetua por el asesinato de Michael Mulholland en 2017, ha encendido el interés público tras salir a la luz un posible vínculo entre su crimen y una escena del anime japonés Bleach. De acuerdo con un reciente informe forense, el hombre, diagnosticado con esquizofrenia, habría actuado motivado por una fantasía delirante basada en la popular serie de animación.


Un crimen marcado por la violencia


El crimen se produjo en 2017, cuando Yad-Elohim golpeó a la víctima durante siete minutos, causándole más de 90 impactos —incluyendo puñetazos, patadas y pisotones— que derivaron en la muerte de Mulholland, de 69 años .

Durante el juicio se supo que Yad-Elohim manifestaba escuchar voces, ver “fantasmas” y creerse un personaje proveniente de un universo de ficción.


El rol de Bleach en la historia


“Bleach” (2004-2012), emitido en TV Tokyo, narra la historia de Ichigo Kurosaki, un joven que combate espíritus malignos y conduce almas errantes al más allá. El psiquiatra forense James Cavney apunta a una escena concreta de la serie que, según su análisis, guarda innegable similitud con la manera en que Yad-Elohim perpetró el crimen. Más allá de la correlación entre ambos hechos, destaca un monólogo que el acusado repitió en japonés durante la investigación policial, evocando frases y actitudes que se asemejan a las de ciertos personajes del anime.


Nuevo material probatorio


Recientemente, la defensa presentó ante la Corte Suprema un video de Bleach que, supuestamente, serviría de prueba de la confusión mental de Yad-Elohim y de su identificación con la ficción. Aunque los jueces reconocen la posible relevancia del video —unido al monólogo del acusado— para reforzar la tesis de que actuó bajo una ilusión delirante, han delegado a la Corte de Apelaciones la decisión de valorar o no la influencia directa en el crimen.


Una sentencia en revisión


En 2018, Yad-Elohim fue declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua, con un período mínimo de 13 años antes de optar a la libertad condicional. Desde entonces, ha interpuesto varias apelaciones basándose en su salud mental y en un posible diagnóstico de esquizofrenia que, a su juicio, no habría sido considerado debidamente durante el proceso. Aunque la Corte Suprema rechazó la última solicitud de apelación, dejó abierta la posibilidad de una futura revisión del caso en la Corte de Apelaciones.

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