La personalidad herida
Hace 23 horas
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Persona significa máscara. Todos necesitamos una que nos distinga, una personalidad que nos dé identidad; es nuestro cuerpo, nuestra forma de vestir,

de sentir las emociones con las que nos identificamos, nuestras ideas acerca de nosotros y de la vida .
Vamos construyendo una personalidad con base en:


a)La forma en que nos dicen nuestros padres qué debemos ser.
b)Lo que observamos que nuestros padres son.
c)Lo que experimentamos que nos funciona ser.

d)Lo socialmente aceptado.

e)Experiencias dolorosas propias.


Mediante todo esto construimos una personalidad con la que andamos por lavida. Filosóficamente dicen que nos hacemos esclavos de esa personalidad porque sentimos que somos eso, sin embargo, se cree que la personalidad es un vehículo para expresarnos. Nos “sobreidentificamos” con ella y, en vez de que nos sirva, la servimos.Platón, el sabio filósofo griego, construyó la metáfora del hombre como un carruaje, dos caballos –uno negro y uno blanco–, un conductor y un pasajero.Me encanta esta metáfora porque habla con toda claridad sobre la personalidad en su justa dimensión. El carruaje es la personalidad, el conductor es la conciencia, los caballos son nuestra naturaleza dual –hacia la luz y hacia la sombra– y el pasajero que va a su destino es la expresión del verdadero ser. El carruaje nos permite llevar el alma y dirigirnos al destino.Así que somos mucho más que personalidad.

Vivimos en un mundo que rinde culto a la personalidad, entendida como el físico, la ropa, el dinero, los títulos, etcétera; y no recordamos que la

personalidad es sólo un carruaje que debemos conservar sano, limpio y listo para que nos conduzca hacia experiencias significativas, para expresar lo que

de verdad somos y aprender lo necesario para vivir bien. Nos identificamos demasiado con la personalidad y pensamos que sólo somos eso; se convierte en la única prioridad. Tener un lindo cuerpo, usar buena ropa, adquirir muchos conocimientos, que los otros nos vean y nos reconozcan, que tengamos poder, etcétera. En la actualidad no usamos la personalidad para expresar al verdadero yo, sino más bien para cubrir el verdadero yo que no

conocemos.Cuando vivimos dolores en la infancia, se forma una personalidad acorazada para protegernos del dolor de la infancia o de etapas conflictivas en

la vida. La personalidad cambia todo el tiempo, así que puede ser moldeada y esculpida por nuestra conciencia. No obstante, las experiencias más dolorosas en etapas donde se formaron los cimientos de nuestra personalidad se instauran en nosotros de manera determinante. Cuando experimentamos

muchos dolores no resueltos con los padres tenemos una personalidad apegada al dolor, enraizada al dolor del pasado, llena de defensas, miedos y enojos. Es una personalidad que gobierna gran parte de nuestra vida.Esta personalidad formada a partir del dolor requiere reconocerlo, que validemos las formas de protección desarrolladas, que desahoguemos el dolor

atrapado en el cuerpo y en el alma, que la dirijamos a un camino de liberación de las defensas para expresar el verdadero yo atrapado en el caparazón. Esa

personalidad herida es útil y nos protege, pero debe ser permeable para que cuando elijas, se pueda expresar ese yo vulnerable, amoroso, libre, creativo,

soñador que no se expresó en la infancia. Es pulir, adelgazar y despresurizar a la “doña interna”, que se siente como ama y señora de nosotros y no permite

hacer nada.Las heridas de rechazo, abandono, humillación, traición e injusticia moldean personalidades con características específicas, que desglosaré más adelante. Esta personalidad traduce la vida desde el miedo, la falta de confianza, el control, y recrea las mismas realidades de dolor porque está

atrapado en él. Es como un intento de reparar lo vivido, pero sin conciencia es muy difícil, por lo que sólo se recrea y se vuelve a repetir una y otra vez en nuestra vida, reforzando la defensa sin posibilidad de sanar.


Es como si se activara una defensa. Algo del entorno nos manda una señal de peligro, y la personalidad traduce la realidad amenazadora y recrea el dolor

con los padres.Muchas veces, la alerta de peligro es una fantasía, la personalidad puede traducir cualquier cosa como peligro, desde que mi esposo no me marca por teléfono, hasta que me dejen de querer si digo lo que siento. Esta máscara de dolor sale e interpreta todo, o casi todo, desde esta lente. La personalidad herida tiene un problema: es paranoica y está a la

defensiva todo el tiempo. Siempre está interpretando los actos y los pensamientos de las personas, y desde el parámetro de: seguro me va a lastimar, a mentir o traicionar. Se queda atrapada en la relación con los

padres, abuelos, hermanos y personas significativas que nos lastimaron, activando las reacciones de defensa y sintiendo el mismo dolor de ayer.Eso es lo que llamo una falsa personalidad, una personalidad que es más como una coraza, una defensa ante la vida y no vehículo para expresarme desde la conciencia. Nuestra personalidad es importante, sin ella no podemos expresar lo que somos. Cuando está herida, es como si anduviéramos en un auto sin una llanta, sin puertas y con los cristales rotos. Esa personalidad no

nos permite avanzar, está lastimada y además sus cristales quebrados no nos permiten ver las cosas como son. Siempre nos hacen ver una grieta donde no

la hay. Los momentos en los que nos subimos a este auto imaginario casi siempre son con las personas que más miedo tenemos de que nos lastimen, entonces nos sentimos más necesitados y su amor, aceptación y valoración nos recuerdan a nuestros padres, a nuestra infancia. Cuando el cuerpo emocional está más involucrado, la personalidad herida tiene más peso, y no permite darnos cuenta de que vemos la realidad distorsionada.


¿Cuándo se activa tu personalidad herida?

¿Está encendida treinta, cincuenta o cien por ciento de tu día?

¿Quién activa más dolorosamente esa personalidad?

¿Te has bajado de ella estando arriba?

¿Cuáles son las típicas reacciones de tu personalidad herida?


La función de esa personalidad herida es protegernos del dolor primario. Se construye como un mecanismo de defensa, pero como es gobernada por el niño interno y no hemos sanado esa herida, termina reproduciendo el mismo dolor con sus defensas. Ejemplo de ello es una persona que para no ser

traicionada no confía en nadie. Aparentemente, eso la defiende pero la predisposición a la mentira hará que interprete como mentira muchas cosas que no lo son y se sienta todo el tiempo lastimada de nuevo.Cuando la personalidad es dirigida por tu adulto y no por tu niño herido, puedes discernir mejor y darte cuenta de cuándo sobredimensionas una situación y cuándo estás en un verdadero peligro.Conocer la personalidad herida y desarrollar otras partes conscientes y sanas, hará flexible tu manera de vivir. Todo tiene una función.Esa personalidad herida es tu aliada, sólo hay que conocerla, guiarla y sanarla para que cumpla su función de vehículo –como la metáfora de Platón–, pero un vehículo que exprese lo que sí somos, lo mejor de nosotros mismos y lo que sí queremos vivir.

Todos somos únicos y tenemos un yo único. Una de las experiencias más interesantes de los talleres de heridas de la infancia que he impartido a lo

largo de más de trece años, es que los participantes se den cuenta de que cuando actúan desde la personalidad herida, todos son muy parecidos, ven el

mundo de modo similar, tienen hábitos de defensa semejantes; controlan, se sienten víctimas. Es como si estuvieran actuando el mismo guion. Esto ocurre

porque cuando nos expresamos con una personalidad herida, no se expresa el verdadero yo, sino un patrón de dolor que nos hace ser iguales a todos, así como seguir patrones de dolor sin la posibilidad de saber quién soy y cómo resolver esta situación de vida. Aprender a sanar las heridas es aprender a expresar el verdadero yo. Esa mejor parte de ti, que cuando se expresa te hace auténtico y libre, que a veces está tan oculta en la rígida personalidad herida que no encontramos y necesitamos profundamente.A continuación describiré los cinco tipos de personalidades heridas, sus defensas, reacciones típicas, maneras de reproducir el dolor una y otra vez,

para que identifiques las tuyas. Más adelante te diré cuál es la tarea de desarrollo, que te permitirá controlarlas.
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nicki.floa 0 puntos Hace 1 día nicki.floa 0 puntos
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Hace 1 día
Andres Forero 0 puntos Hace 1 día Andres Forero 0 puntos
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Hace 1 día
nadialarbi Hace 1 día nadialarbi puntos
es triste que lo unico que haga la sociedad se condicionar nuestro ser
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Hace 1 día
sebitas1342 0 puntos Hace 1 día sebitas1342 0 puntos
ohh
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Hace 1 día
intiijanett 5 puntos Hace 18 horas intiijanett 5 puntos
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Hace 18 horas
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