Toma un respiro
La respiración profunda puede hacer que las emociones fuertes sean un poco menos intensa e incluso ayudar a algunas personas a resistir la tentación de decirse cosas negativas a sí mismas. Al expandir completamente los pulmones y bajar el ritmo, activas partes del cerebro y del sistema nervioso que calman el cuerpo y la mente.
Para empezar, respira profunda, lenta y constantemente por la nariz.
Esto debería tardar entre 3 y 4 segundos .
Siente cómo se expanden los pulmones hasta que se llenan de aire. Mantenga la respiración durante 3 segundos más o todo el tiempo que pueda.
Luego exhala lenta y constantemente por la boca. La exhalación completa debe durar el doble que la inhalación, es decir, unos 6 segundos.
Deja el teléfono y repite este ejercicio de inhalación y exhalación al menos 5 veces, con los ojos cerrados.
¿Cómo te sientes? La respiración profunda te permite volver a enfocarte en una sola cosa, y esto puede ayudarte a distraerte de los impulsos o pensamientos negativos. Además, ayuda con la ansiedad y el estrés cotidianos.
Trata de usar la respiración para pensar en cómo te encuentras en diferentes momentos del día, incluso cuando no sientes depresión ni agobio. Observa cómo te sientes, física y mentalmente, antes y después de hacer las respiraciones profundas.
Siente compasión por los demás
Dar un paso atrás y ver el mundo a través de los ojos de otra persona puede resultar útil. Al hacerlo, empiezas a mejorar la forma en que te enfrentas a tus propios conflictos y al estrés.
Piensa en alguien con quien hayas tenido un desacuerdo o que te haya generado estrés recientemente. Visualiza a esa persona y la situación. ¿Cómo te sentiste durante el conflicto?
Ahora cambia de perspectiva e imagina qué estaba sintiendo o pensando la otra persona en ese momento. ¿Qué dificultades y situaciones estresantes podría haber estado experimentando?
Aunque no estés de acuerdo con esta persona, intenta hacer un esfuerzo para ver su perspectiva. Luego tómate un momento para reflexionar: ¿imaginar su perspectiva te ayuda a comprender un poco mejor la situación?
Practica la gratitud
Practicar la gratitud significa recordar y apreciar las cosas buenas de la vida. Cuando encuentras aquello por lo que sientes gratitud, tu estado de ánimo y tus conexiones con los demás pueden mejorar.
Elige 3 cosas por las que sientas gratitud.
Puedes elegir lo que quieras, no importa cuán grande o pequeño sea: las personas que conoces, tus talentos o las sensaciones que te gustan (como abrazar a un cachorro). Solo intenta que sean cosas específicas y reflexiona sobre por qué agradeces tenerlas.
Puedes hacer este ejercicio cuando quieras e incluso registrar tus respuestas en una oración como esta:
"Agradezco ______ porque me hace sentir ______".