Esta es la ciudad sin leyes de Europa del Norte. Aquí se venden sustancias de muchos tipos .Actualmente, son siete pandillas las que rigen la zona. Y para identificar a qué pandilla pertenece lo que compraste, utilizan señales, como este sitio para patinar. Además, este lugar también se usa para peleas callejeras. No esperaba que esta aventura fuera tan interesante. Los saludo desde Copenhague, la capital de Dinamarca. ¡Wow, qué frío hace ahora! Está nevando fuerte, pero de verdad, la gente de aquí lo tolera muy bien. De hecho, vimos a un señor nadando en agua helada. Nos quedamos platicando con él un rato y nos dijo que el truco está en la respiración, y que todo está en la mente. Se veía un tipo muy atlético, pero bueno, en este video no vamos a hablar de frío ni de vikingos modernos que nadan en aguas heladas. Hoy les traigo uno de los barrios más controversiales e interesantes, no solo de Dinamarca, sino de toda Europa del Norte. Este es el barrio de Christiania, que hasta la fecha en que grabo esto es una comunidad autónoma que se considera fuera de la Unión Europea, según el grupo de manifestantes que lo administra.

Este barrio es muy conocido porque aquí se pueden conseguir drogas suaves. De hecho, según los valores de esta comunidad, cuando empiezan a llegar adictos con demasiada frecuencia, ya no los dejan entrar, ya que no representan sus principios. La historia de este lugar está muy vinculada a los valores de rebelarse contra las autoridades, y desde que llegué, me ha llamado mucho la atención. Se dice que por los años 70, aunque algunos afirman que un poco antes, tal vez a finales de los 60, toda esta zona era una base militar que se mantenía en pie por si Dinamarca entraba en guerra, aunque el país llevaba tiempo sin estar en conflicto. Las personas que vivían cerca empezaron a decir que esta tierra era de ellos y que, como Dinamarca estaba en paz, podían usarla. Se cuenta que una familia empezó a romper las rejas para que sus hijos pudieran jugar en los campos. Poco a poco, más y más personas, muchos de ellos manifestantes, empezaron a llegar con la idea de que esta era "tierra del pueblo" y, en contra de la voluntad de las autoridades, comenzaron a construir casas, abrir negocios y el lugar creció tanto que la policía perdió el control de la situación.

Así que, ¡vamos a adentrarnos en el polémico, controversial y autónomo barrio de Christiania! 

Primer dato interesante de Christiania: aquí no hay coches, y hay letreros que lo indican. Justo aquí vemos la frontera que marca la entrada al barrio autónomo. Hay postes y rocas que impiden el paso de los autos. Además, no se aceptan pagos con tarjeta de crédito ni ningún método bancario. ¿Por qué? Porque de esta manera evitan la tributación y el pago de impuestos. 

Los edificios grandes que vemos aquí eran antiguos cuarteles militares que luego fueron convertidos en viviendas, como parte de la rebelión por la que la gente está aquí. Christiania se considera una ciudad independiente, fuera de la Unión Europea, y tiene su propia bandera. Es roja, representando el socialismo, y tiene tres puntos amarillos que simbolizan los valores de Christiania: fe, esperanza y amor. 

Me llamó mucho la atención esta bandera que dice en danés: "Viva el pueblo sin autos". Y curiosamente, vemos un coche lujoso cerca, lo que genera algo de contradicción en los valores del barrio. Aunque la preferencia es no usar vehículos, algunos coches sí se ven por aquí, pero el transporte más común es la bicicleta, especialmente las famosas bicicletas de Christiania, que tienen un carrito delantero y que fueron inventadas aquí. Esto se debió a la necesidad de transportar cosas sin coches, siguiendo la ideología de no usar vehículos motorizados.

En Christiania se encuentran diversas tiendas y comercios, e incluso una biblioteca comunitaria. Aquí puedes dejar libros, tomar libros, e incluso dejar ropa, como botas o abrigos que ya no necesites. Los valores originales de la comunidad fomentan el compartir y ayudar entre los miembros. 

Vi algo que me hizo reír: un cartel de protesta que dice “Aún estoy esperando la legalización del cannabis”. Aquí, como en muchas partes del mundo, la legalización está en espera, pero nunca termina de concretarse.

Un dato curioso es que en Christiania no se venden drogas duras, como la cocaína. De hecho, hay muchos letreros que prohíben la venta y el consumo de cocaína en la zona, y si alguien lo hace, pueden cerrar los baños públicos para que no se sigan vendiendo. Las drogas que se consumen aquí son principalmente suaves, como el cannabis.

Me corregí a mí mismo cuando pensé que en este barrio se podía conseguir cocaína, pero no es así. A pesar de lo que algunos podrían pensar, lo que se vende aquí son principalmente sustancias naturales, no químicas. 

En la zona más emblemática de entrada y salida del barrio hay un letrero que dice “Ahora estás entrando a la Unión Europea”. Y, efectivamente, cuando cruzas esa línea, todo cambia: más gente, transporte público, sistema de salud, hospitales, etc. En Christiania no hay hospitales ni escuelas, lo que obliga a los residentes a registrarse en el sistema de la Unión Europea para poder acceder a estos servicios.

Nos aventuramos a caminar por Pusher Street, la calle donde se venden drogas, principalmente marihuana. Aquí no se permite grabar nada, y me advirtieron que no lo hiciera, ya que es un lugar con una reputación peligrosa. Sin embargo, lo que me contó un dealer que lleva años trabajando aquí me sorprendió: me dijo que si te metes con ellos, las cosas pueden ponerse bastante intensas, y recordó una vez que un periodista intentó grabar en secreto, lo atraparon, lo desnudaron y lo echaron fuera.

Lo más interesante es que en los puestos de Pusher Street no se ve nada oscuro ni sombrío, al contrario, es un lugar muy amigable donde solo venden marihuana, y si buscas mucho, algún que otro hongo alucinógeno. Las drogas químicas están completamente prohibidas y los dealers son expulsados inmediatamente. 

Además, las pandillas que controlan la zona marcan su territorio de manera única: cada pandilla tiene símbolos específicos que identifican los productos que venden, como por ejemplo, encendedores y papel para liar con la bandera de Christiania.

Christiania tiene su propio sistema para la recolección de basura. No reciben los servicios del gobierno, por lo que tienen sus propios camiones y procesos para gestionar los residuos. Los habitantes son muy respetuosos con el reciclaje y tratan de reducir los desechos lo más posible. 

Y sí, Christiania también tiene un centro para patinar, que, curiosamente, se usa también para peleas callejeras. Es un espacio de doble uso para la comunidad. 

Incluso tienen su propio equipo de fútbol, y hasta producen su propia cerveza con cáñamo. En las tiendas locales se venden productos artesanales y el periódico del barrio se imprime semanalmente con noticias, eventos y anuncios, todo gratuito y hecho por la gente de la comunidad.

Así que ahí lo tienen, la famosa ciudad sin leyes de Europa del Norte. Un barrio que hoy en día es bastante turístico y muy amigable, con un nivel de riesgo bajo. Gracias por acompañarme, y como siempre, nos vemos en unos días con un nuevo video. ¡Adiós!