Síntomas de la Dependencia Emocional
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Existen algunos síntomas y signos que deben ponernos en alerta como indicadores de una relación de dependencia emocional. Para evaluar la situación de una pareja, podemos fijarnos en las siguientes características:

Se antepone el bienestar del otro y sus deseos
El dependiente actúa como si las necesidades, la comodidad y el placer de la otra persona estuviesen por encima del suyo propio, y sólo disfruta a través de la otra persona .
Las propias necesidades quedan en un segundo plano y pueden llegar a desatender sus obligaciones laborales o familiares, así como sus relaciones sociales.

Idealización del otro
La persona dependiente sobrevalora las cualidades de la pareja y no es capaz de ver los aspectos más negativos, asumiendo que su pareja es maravillosa, perfecta y no se equivoca nunca. Por ello, puede llegar a exigir a los demás un trato privilegiado hacia su pareja.

Complacencia y evitación del conflicto
La persona con dependencia emocional tiene una actitud complaciente y evita al máximo el conflicto con la pareja. Tiene comportamientos como:

Suele pedir «perdón» a su pareja cuando ésta se enfada, aun sabiendo que no es responsable del enfado.
Realiza actividades que no son placenteras para ella, o que incluso consideran inapropiadas, sólo para agradar a su pareja.

Justifica los enfrentamientos, las críticas de su pareja, los abusos, incluso la violencia física o psicológica, y los minimiza como comportamientos «normales» en una relación.

Considera las infidelidades de su pareja como un mal menor, incluso necesario, para mantenerla.

Angustia o miedo exagerado a la separación
El dependiente emocional siente una inmensa tristeza ante la posibilidad de que se rompa la relación con su pareja, se agobia por la necesidad que tiene de estar constantemente con ella, y aparece un miedo irracional al abandono en forma de sospecha permanente de que la otra persona está pensando en poner fin a la relación. Todo ello genera una enorme angustia en la persona dependiente, pero también puede generar un gran malestar y frustración en su pareja.

Baja autoestima
Las personas dependientes presentan una baja satisfacción con ellos mismos, se someten a una desvalorización permanente, sienten no estar a la altura de su pareja y piensan que las relaciones anteriores a ella le resultaban más satisfactorias.

Modificaciones del comportamiento
En las personas dependientes aparecen cambios notables en la forma de ser y de actuar al estar en pareja, pueden modificar su rutina y sus gustos, y llegar a inhibir aspectos fundamentales de su personalidad. Así, la identidad puede llegar a diluirse al adoptar posiciones de sumisión para mantener la cercanía del otro. También alteran sus hábitos de ocio y organizan todos los planes junto a su pareja, a menudo según los gustos y apetencias de ésta, distanciándose de su entorno social, incluso familiar.

Muestras de afecto continuo
Las personas con dependencia emocional buscan indicios de cariño y necesitan comprobar permanente el buen estado de la relación de pareja. Sufren angustia y ansiedad si no reciben la atención que buscan, un elemento que erosiona mucho la relación, ya que esta necesidad es insaciable. Y, a pesar de los esfuerzos de la pareja por satisfacer sus demandas de atención, pueden sufrir celos exagerados de forma constante.

Sentimientos de culpa
Los sentimientos de culpa aparecen en la persona dependiente cuando la otra parte no se siente satisfecha o contenta, no ha logrado agradar permanentemente a su pareja o después de una discusión con ella. Los dependientes emocionales pueden llegar a sentirse culpables de las desvalorizaciones recibidas e incluso de comportamientos de maltrato hacia ellos.

Control del otro
Los dependientes necesitan controlar la vida de su pareja (móvil, WhatsApp, redes sociales, etc.) para saber continuamente dónde o con quién está, pudiendo llegar a desarrollar una obsesión, para asegurarse de que no van a perder a esa persona.

Miedo a la soledad
Las personas dependientes emocionales con frecuencia prefieren sufrir por una relación tóxica que atravesar una ruptura, ya que no se imaginan su vida sin pareja, aparecen sentimientos de soledad y desamparo, y pueden entrar en un bucle de intentos de recuperar la relación con su expareja. Si el vínculo se rompe definitivamente, puede aparecer el “síndrome de abstinencia emocional”, un síndrome asociado a cuadros ansiosos y depresivos ante una ruptura sentimental.

Ruptura con amigos y familiares
El dependiente tiende al aislamiento social, reduce la frecuencia de actividades de ocio con personas allegadas y desatiende las relaciones personales. Es frecuente que se produzcan enfrentamientos, ya que el entorno sí percibe el sufrimiento y el impacto psicológico que genera la relación y sus recomendaciones no son bien recibidas por la persona dependiente.
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