¿Te digo un secreto?
El dolor no va a parar si no dejas de recordarte una y otra vez lo que hiciste mal o lo que pudiste haber hecho mejor. Las cosas no van a cambiar aunque tú te sigas recriminando una y otra vez los errores que cometiste, entonces, ¿Por qué lo haces?
Yo sé que el sentimiento de culpabilidad es horrible, que el “si hubiera” es la frase más dolorosa que puede haber en este mundo y que la sensación de haber podido hacer las cosas diferentes, mata el alma .Es por eso que te voy a dar un consejo, y esto te lo digo como amiga; Perdónate.
Deja de pensar en las cosas que hubieras cambiado y concéntrate en las que puedes hacer diferentes ahora. Para de torturarte a ti mismo con los errores que cometiste porque eres humano y eso hacemos los humanos; equivocarnos. Detén esa lluvia de ataques que te haces diariamente porque todo lo que hacen es estancarte en la miseria.
Escucha a tu corazón, que ya se ha cansado de sufrir. Escucha a tu alma que te pide a gritos que pares de una vez por todas. No puedes vivir toda una vida pensando en las cosas que hiciste mal; lo mejor que puedes hacer es aprender de ellas y seguir adelante sabiendo que esas experiencias te van a ayudar en un futuro.
“Para sanar una herida hay que dejar de tocarla” Se que en algún momento has escuchado esa frase. Razónala, porque más razón no puede tener. Uno no puede cicatrizar si continuamente se agarra la herida, porque entonces vienen las infecciones, que hacen que la cosa empeore aún más. ¿Acaso quieres una herida infectada?
No me mal interpretes; con esto no quiero decir que vayas a rendirte y dejar las cosas como están. Si arruinaste algo, arréglalo. Si lastimaste a alguien, compensaselo. Suelta de una vez por todas esas cadenas que te has puesto a ti mismo porque todo tiene solución en esta vida. Así que levántate, deja de lamentarte sobre lo que hiciste o pudiste haber hecho y encárgate de no permitir que vuelva a pasar.
¿Quieres saber un secreto?
La clave de la felicidad está en el auto perdón.