Desigualdad
Hace 3 días
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La lucha por la igualdad es compleja.  Anhelamos un mundo justo, pero a veces, la propia “igualdad” puede resultar injusta.  No creo que estemos todavía en el camino correcto.  

 

El problema es que buscamos una igualdad que ignora lo diferentes que son todos los seres humanos. ¿Igualdad de oportunidades o igualdad de resultados? 

 

En la crianza, por ejemplo, dividir las tareas a la mitad no siempre es justo.  La realidad es que la carga sigue cayendo desproporcionadamente sobre las madres, incluyendo la responsabilidad económica y de cuidado, lo que dependiendo de su contexto puede ser una tarea sencilla o sumamente complicada. 

 

Coloquialmente hablando muchos navegamos el mismo mar, pero no en el mismo barco. 

 

Ahora veo que la igualdad verdadera no es una fórmula que funcione para todos, sino que es un proceso de construir acuerdos justos y equitativos para cada familia, considerando las circunstancias de cada miembro y el contexto social en el que viven. 

 

Se trata de flexibilidad y adaptación, reconociendo que la justicia se construye caso por caso, en el reconocimiento de las necesidades únicas de cada persona, sin dar por hecho solamente que la vida es así. 

 

No creo que viva el día en que “igualdad” sea sinónimo de justo, y mientras tanto debido a que esto es cansado y que se lleva en silencio porque además culturalmente hablando la madre siempre tiene más que perder, escribo esto.

 


 

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