Te fuiste, te fuiste por la puerta grande, corriendo, como cuando se escucha el timbre de la última clase, como un tornado destrozando y arrasando con todo a su paso, me dejaste en bancarrota, y no en una económica, nada de eso.
Me quedé sin nada, sin amor, sin lágrimas, sin sueños, incluso por segundos me quedé sin aire, sentí como la vida se me desvanecia y entonces, sabía que había terminado, que te habías llevado todo, que habías acabado conmigo, con mi ilusión, con nuestro futuro.
Te llevaste absolutamente todo, y a cambió dejaste un bonito insomnio tatuado con tu nombre. .