En aquel momento cuando abrace su ira,
fue una de las conexiones más intensas
De las que mi pequeño cuerpo podría soportar.
Me sentí paralizada, a poca costa de alcanzar la locura.
Ande en puntas por el borde del abismo proveniente de su esperada cura,
sin pensar que no quedaba nada de si mismo en lo que pudiera apoyarme para poder dar un gran impulso a su socorro.
Sentí un fuerte temblor contra mi pecho. Al alarmarme sentí que mis ojos se quedaban en un punto fijo,pensando en lo que tenía a mi asombro.
Trate de encontrar equilibrio a la disolución de mis pensamientos,pero termine en un desenfreno desaudiado que me obligaba a perder la cabeza y no poder tomar las herramientas que pometi tener para ayudarle a salir de su precipicio ...
Y para agregar no solo me quede sin poder ayudarle,tambien, sin darme cuenta me sumergí abismalmente en un nuevo temor personal .