LOS MAMUT.

EL ÚLTIMO MAMUT

Podían medir hasta 9 metros de largo por 5 metros de alto. Sus cuerpos estaban cubiertos por una mata de pelo lanoso de hasta un metro de espesor .

Tenían las orejas y la cola más pequeñas que sus antepasados africanos para poder adaptarse a climas fríos. Sus enormes colmillos le permitían retirar la nieve y romper la capa de hielo para alcanzar la hierba sepultada debajo. La tierra de todo el hemisferio norte retumbaba bajo sus pies durante el Pleistoceno. ¿Qué ocurrió con los mamuts?

Para saberlo debemos trasladarnos hasta hace unos 15.000 años. La glaciación Würm está dando paso a un planeta más cálido y las cosas se ponen difíciles para los mamuts. Lo que antes era tundra y pasto empieza a cubrirse de arbustos, dificultando su alimentación. Otras hipótesis barajan también grandes epidemias y, cómo no, la acción depredadora de aquellas comunidades humanas. Probablemente todo ello influyó para que hace 14.000 años no quedaran mamuts en Europa y 5.000 años más tarde desparecieran también de Norteamérica.

Pero los hubo que resistieron más tiempo.

Y tuvieron un horrible final.

Con el cambio de clima, lo que fuera un terreno polar transitable entre Alaska y Siberia se convirtió en el Mar de Bering. En esa zona quedaron atrapados multitud de ejemplares en las pequeñas islas que se fueron formando.

Pongamos como ejemplo la isla de Saint Paul. No había humanos ni otros depredadores. Tampoco volcanes.Tenían espacio y pasto suficiente pero sus días estaban contados.

Estos animales, adaptados al frío extremo, comenzaron a sufrir la presión del calor. Sus pequeñas islas les proveían de lagos en los que beber los más de 200 litros de agua dulce diaria que precisaban. Pero no había manantiales.El nivel del mar continuó subiendo y las aguas saladas comenzaron a entrar en los lagos donde se abastecían los mamuts. Para agravar las cosas, los mamuts, con su enorme peso, acababan con la vegetación que rodeaba los lagos acelerando así el proceso de sedimentación. Calor, agua salada y lagos cada vez más pequeños.

"Los mató la sed", concluye Russell Graham en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)

Los últimos mamuts de todos, en la isla Wrangel, aguantaron hasta hace sólo unos 4.000 años. Una fecha en la que los antiguos egipcios ya se paseaban a la sombra de las pirámides.

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