Hace 66 millones de años, parte del Estado de Coahuila, México, era un antiguo mar. Sus antiguas playas fueron el hogar de multlipes animales prehistóricos: dinosaurios carnívoros, herbívoros, y aves .
Su paisaje era muy distinto al actual.
En lugar del clima seco y las planicies desérticas y semidesérticas, un enorme río atravesaba el territorio dando paso a lagos, pantanos y manglares, en cuyo delta coexistía una diversidad biológica única en el país.
Aquí, se han encontrado huellas de aves, pterosaurios (enormes lagartos alados que coexistieron con los dinosaurios en el Mesozoico) y distintas especies de dinosaurios que caminaron por las antiguas costas de Coahuila en el Cretácico Tardío, y que hoy, diversos exploradores han encontrado evidencias paleontológicas que dan fé y testimonio de aquel período.
En palabras del investigador del Instituto de Geología, Francisco Vera Vega, confirma que muchas de las pisadas tuvieron lugar en un ambiente transicional entre agua dulce y marina, en un tiempo en el que Coahuila poseía una costa con playas de aguas poco profundas, de clima húmedo y vegetación tropical.
Las tierras de Coahuila son un buen lugar para conocer y comprender la evolución y el pasado histórico de nuestro planeta. Navegar en el desierto de Coahuila, es navegar en el antiguo mar de Tetis.
En la imagen satelital vemos parte del Estado de Coahuila.