Todo tiene una historia, todo empieza por algo.
Mi historia comienza en un día tan ordinario como cualquier otro que de la nada pasa a ser "ese día" qué tal vez nunca se pueda olvidar, llegó un mensaje tan casual como un "hola" respondido de la misma manera ya que jamás paso por mi cabeza que sería diferente a los cientos de saludos que me había topado antes; se entabló una conversación que dio un giro, pase de eso a esperar mensajes, a despertar y ver un "buenos días" que contestar fuera lo más hermoso del día, me topé un un muchacho que por mucho tiempo en mi mente imaginaba.. .Hasta este momento tenía mi vida centrada en lo feliz que era, es ahí donde empiezan a rondar las mariposas no solo por el estomago si no más en el cerebro, pensando ¿Es ahora dónde puedo ir más allá?, ¿Puedo ahora formalizar?, ¿Pero... Y si no quiere?.
Asi es, es un riesgo, decidi empezar a mandar pequeñas señales de que ya estaba enamorada (aún que en ese momento no lo aceptaba) mis señales fueron respondidas pero jamás de la manera que esperaba, fueron "te quiero" respondidos con "gracias", poco a poco me fui rompiendo por qué era el amor no correspondido que de verdad sufrí, lloraba por las noches... pero que demonios podía hacer si lo que una niña enamorada más tiene es esperanza y es cierto que es lo último que muere, yo estaba ahí esperando que si era la más linda, la que podía volver a recordarle quien era el cuando estaba perdido podía tal vez darse cuenta que yo era lo que el tanto decía que quería en su vida, deje de ser esa niña, dejaron de llegar buenos días, empecé a solo rendirme y pensar y pensar que no fue para mí; Me fui, pasó el tiempo, el regreso con un "te extraño" pero que podía hacer si yo estaba sanando, simplemente lo deje pasar, deje de contestar los "buenos días" que llegaban semanas enteras, el estaba sientiendo lo que yo..., Pero no quería volver a pasar por ahí de verdad no quería.
Nuestros tiempos jamás coincidieron, mi historia comienza así, con un hola que jamás voy a olvidar y terminó dejándome hecha trizas cerrandome las puertas a poder volver a confiar.