El feminismo es un movimiento social y político que busca la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Su objetivo es desafiar las estructuras de poder que históricamente han colocado a las mujeres en una posición de desventaja .
La igualdad de género no significa que todos sean exactamente iguales en todos los aspectos, sino que se trata de garantizar que las personas, independientemente de su sexo o identidad de género, tengan las mismas oportunidades en el acceso a la educación, el trabajo, la política, la salud y otros ámbitos fundamentales. Implica también erradicar la discriminación y los prejuicios que afectan a las mujeres y a otros géneros no binarios.
En la actualidad, la lucha por la igualdad de género enfrenta una gran variedad de desafíos, desde la brecha salarial entre hombres y mujeres hasta la violencia de género, pasando por la representación desigual en posiciones de poder y la persistencia de estereotipos dañinos que limitan la libertad y el desarrollo de las personas. Aunque los avances han sido significativos, aún queda mucho por hacer para lograr una sociedad verdaderamente igualitaria.
El feminismo no se trata de atacar a los hombres ni de buscar una superioridad de las mujeres, sino de construir una sociedad donde todos puedan vivir sin las restricciones impuestas por las normas de género tradicionales. La igualdad de género beneficia a todas las personas, ya que promueve la justicia social y la posibilidad de un futuro en el que cada individuo pueda alcanzar su máximo potencial, libre de prejuicios y discriminación.