Hacer ejercicio regularmente es una de las mejores decisiones que puedes tomar para mejorar tu salud a largo plazo. Incorporar una rutina de actividad física en tu vida diaria no solo tiene beneficios físicos, sino también mentales y emocionales .
El ejercicio también tiene un impacto positivo en tu estado de ánimo. Durante la actividad física, tu cuerpo libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que te hacen sentir bien y reducen el estrés, la ansiedad y la depresión. Practicar deporte o hacer actividades físicas regularmente también mejora la calidad del sueño, ayudándote a descansar mejor y a sentirte más energizado durante el día.
Para empezar, no es necesario hacer ejercicios intensos desde el primer día. Puedes comenzar con caminatas diarias, andar en bicicleta o hacer yoga. Con el tiempo, puedes ir aumentando la intensidad y la variedad de los ejercicios, adaptándolos a tus necesidades y objetivos. La clave es ser constante y disfrutar del proceso. De esta manera, el ejercicio se convierte en un hábito saludable que mejora tu calidad de vida.