No me gusta la filosofía. Todos los que realmente me conocen, lo saben .Siempre me quejo de esta asignatura obligatoria del bachillerato. Pero porque tengo una razón. Y los que odian está asignatura en mi clase, están de acuerdo conmigo.

Estamos estudiando su historia y todas las teorías más importantes que existen sobre diferentes temas. La naturaleza del ser humano y la concepción que se tiene de este es el tema actual. Los griegos: pitagóricos, Platón, Aristóteles, atomistas; los cristianos y los filósofos de los siglos XVI y XVIII. Sobre lo que pensaban de cuerpo y alma, de su naturaleza, porque están unidos o como lo están.

Mi pensamiento sobre esta asignatura tan especial y difícil és: Si hay tantos tipos de pensamientos y seguramente ninguno es correcto -y si lo es, nunca lo sabrás-, ¿por qué los estudiamos?

Quiero tener mi propia concepción, mi propia creencia. Quiero descubrir que pienso yo al respecto. Como creo que está organizado el mundo. A veces, me pregunto si soy una buena cristiana. He nacido en esa comunidad porque mis padres forman parte de ella. No lo elegí yo. Pero también una pregunta aparece en mi mente: ¿creo realmente en un Dios que nos dejó aquí, creados a su imagen y semejanza, con un montón de regalos naturales que destruimos sin cesar, que nos destruimos los unos a los otros y él no hace nada, que se queda mirando desde él sabe dónde?

Mi madre es muy espiritualista. Le gusta la historia, el arte, el budismo, la India. Y tiene un montón de libros sobre los distintos movimientos culturales, sobre muchas cosas muy espirituales y la mayoría orientales. No sé. También hacía Tai-chi y meditación. También desearía que yo lo hiciera. Me gusta que me explique cosas de estas. Aunque no me lo llegue a creer. Me gusta que esté leyendo un libro, levante la cabeza y diga una frase que acaba de leer, que explique algo del universo o de la tierra, o algo relacionado con nosotros y la naturaleza. Además las dos creemos en las hadas y en la magia. Aunque no de la misma manera. Cree que estudiamos la filosofía de una manera muy superficial, mecanizada y aleatoria. Que la cultura es buena, pero tal como ahora se insinúa a los jóvenes de ahora más bien desanima porque parece inapropiada y da mucho que desear.

Ahora os parecerá contradictorio que no me guste la filosofía, pues mi madre me está, al fin y al cabo, explicando un pensamiento ya razonado por un autor conocido o no. No me quiere convencer de nada, como la profesora, y quiere que conozca las cosas. Pero la diferencia, además de que no me examina de lo que le escucho decir, es que no cree que a partir de ese otro pensamiento, sacaré mis propias conclusiones. Quiere que las busque por mi misma y no cree necesario conocer las teorías escritas por antiguos sabios que no tenían ni idea de las cosas que hoy en día podemos saber. Sí claro, sé que cada vez que se descubrían cosas nueva se creaban nuevas teorías y algunas al final, podemos decir, que se acercaban a la realidad que vivimos.

Pero también sé que no llegaré a conocer cuál es la verdad sincera. Ni la del gobierno, ni la de esos filósofos encerrados en memorias, libros y entre sus propias letras. Me importa muy poco. Los científicos sabrán mucho y pueden ayudarnos a entender el mundo. Me encantan las ciencias y todos los datos curiosos de la naturaleza y el cosmos. Pero ellos nunca podrán ayudar a la humanidad a entender la verdadera espiritualidad de los humanos porque de momento, hay tantas ideas diferentes, que se contradicen o que son parecidas y a la vez, distintas, que no se sabe por donde puedes empezar la investigación. Y con esos aparatejos de laboratorio, ¿llegarás a conseguir saber algo de tu alma?

Me pongo de los nervios cuando tengo esta clase. Me pone de los nervios la profe y el libro. ¿Que me importa a mi un señor que tiene una idea peregrina que le parece fundamental y escribe tres libros sobre ellos? ¿En serio? ¿átomos del alma? ¿unida accidentalmente al cuerpo? ¿que viene del mundo de los dioses?
Venga, hombre. ¿Quién se lo cree? Vale, puede que exagere. Lo siento. Respeto sus opiniones y ahora me he pasado. Pero para mi, esto no es lo que siento que es la verdad. Aunque puede que esté equivocada pero igual ninguno tiene la fórmula para llegar. En otra cosa sí creo. Este es un conocimiento inalcanzable -en este tiempo- para el ser humano.

Ahora, no me tomes el pelo y búscate tú la vida. Mira el mundo, piensa y oye lo que crees. Mírate y búscate a ti. A tu alma y a tu mente. Que no es fácil de llegar y ya tardas en empezar -oh, rima mia-. Y si al final, piensas lo mismo que ellos, felicidades. Has conseguido entenderte y sabes en lo que crees. Yo, de momento, prefiero escuchar a mamá con unas teorías que me parecen más razonables, -aunque sean más espirituales, y menos materialistas y menos de la antigua Grecia- a una profesora que dice que no nos quiere convencer de nada, pero nos trata de niños y es repetitiva, o lee un libro de texto que parece que diga tonterías. Y así yo me despido, diciendo que, además, esa clase es un aburrimiento.