Sentir que algo te falta: La creencia errónea de que te falta algo como belleza, inteligencia, dinero....desvía la atención del verdadero problema: la falta de aceptación personal.
Querer ser mejor que los demás: Sentir que debes ser mejor que los demás, alimenta tu ego. Puede distorsionar la forma en que percibes tus relaciones con los demás y verlos como una competencia.
Victimizarte: Esta creencia egocéntrica te hace pensar que siempre estás en una situación peor que los demás, justificando así tu sufrimiento o frustración.
Creer que al obtener algo serás feliz: La felicidad no se reduce a eventos específicos o posesiones materiales .
Pensar que algo o alguien explica tu dolor: Explicar frustraciones o limitaciones culpando factores externos es engañoso. Culpar a elementos externos por nuestras emociones internas es falso.
Creer ser incapaz de cambiar: La creencia de que no puedes cambiar o estás destinado a permanecer igual puede frenar el impulso de tu crecimiento y mejora personal.
Miedo al fracaso: Las creencias limitantes pueden impedirte asumir riesgos necesarios para crecer. El temor a fracasar puede llevarte a evitar desafíos que son fundamentales para tu desarrollo personal.