- Capítulo 32 -
Todos tenemos en el interior de nuestra mente, un territorio privado, en el que hay un único dueño, nosotros mismos, y ese es un espacio sagrado, que no lo puede invadir absolutamente nadie, ya que de no ser así, jamás disfrutaremos de la verdadera libertad, esa que el ser humano tiene derecho a saborear desde que nace y que desgraciadamente no está al alcance de todos, pues son muchos los que por diversas razones se ven privados de ella, influyendo en ello la actitud dictatorial y opresora de otros.
Continuará…
Fran Laviada