Si eres fan del cine de terror psicológico, definitivamente te recomiendo ver El Aro (2002). Es una película que te atrapa desde el principio y te mantiene en tensión todo el tiempo .
Lo increíble de El Aro es cómo mantiene el misterio y el suspenso mientras desentraña sus secretos. La protagonista, Rachel, interpreta una periodista que comienza a investigar la leyenda detrás de la cinta, y a medida que avanza la historia, te vas dando cuenta de que lo que parecía ser solo una superstición tiene algo mucho más oscuro y real detrás. Además, la película tiene una estética visual muy característica, con escenas sombrías y un ritmo pausado que, lejos de aburrir, aumenta la intriga.
La atmósfera inquietante, la mezcla de lo sobrenatural con lo real y los giros inesperados son perfectos para quienes buscan una experiencia de terror que no se olvida rápidamente. Si no la has visto, te recomiendo que la pongas en tu lista, porque es una de esas películas que, aunque haya pasado el tiempo, sigue dando miedo y dejando una marca.