Si te gustan las películas de terror que te mantienen al borde del asiento y no te dejan dormir por días, Pesadilla en Elm Street (1984) es una excelente recomendación. Esta película es un clásico que definió el género de terror psicológico y de slasher, y no es para menos, ya que presenta a Freddy Krueger, un villano que te atormenta en tus sueños .
La trama sigue a un grupo de adolescentes en la ciudad de Springwood, quienes comienzan a ser acechados por un hombre con guantes de cuchillas que aparece en sus sueños. El problema es que, si mueres en el sueño, también mueres en la vida real. Es una idea brillante porque juega con ese miedo primal de no tener control ni siquiera mientras duermes.
Lo que me encanta de Pesadilla en Elm Street es cómo mezcla lo sobrenatural con lo cotidiano. Te hace sentir que, en cualquier momento, Freddy podría aparecer mientras estás dormido, lo cual es aterrador porque te hace cuestionar hasta las cosas más comunes. Además, la forma en que Wes Craven juega con los límites entre la realidad y los sueños es algo que te deja pensando mucho después de que la película termina.
La actuación de Heather Langenkamp como Nancy es muy buena, y Freddy, interpretado por Robert Englund, se convierte en un personaje icónico que ha trascendido más allá de esta película. No es solo una película de terror común; tiene una atmósfera única que hace que, incluso después de tantos años, siga siendo relevante y espeluznante.
Si aún no la has visto, te la recomiendo porque es una de esas películas que no solo da miedo, sino que también te hace reflexionar sobre los miedos internos y lo que nos sucede cuando nos enfrentamos a lo desconocido.