En las últimas dos décadas, los superhéroes han pasado de ser personajes de cómics a convertirse en las grandes estrellas del cine de Hollywood. Este fenómeno no es casualidad, sino el resultado de una serie de factores que han coincidido para que el género de superhéroes ocupe un lugar central en la industria cinematográfica.
La clave del éxito comenzó con el auge de las franquicias de Marvel y DC .
El atractivo de los superhéroes va más allá de la acción y los efectos especiales. Estos personajes han logrado conectar profundamente con los espectadores por su lucha interna entre el bien y el mal, sus dilemas personales y su capacidad de sacrificarse por un bien mayor. Además, los superhéroes modernos están alejados de los estereotipos de poder absoluto, mostrando vulnerabilidades y emociones que los hacen más humanos y cercanos.
El aumento de las plataformas de streaming también ha permitido la expansión del género, con series como The Boys y WandaVision ofreciendo nuevas perspectivas y una mayor diversidad en la forma de contar historias sobre héroes. Este cambio ha generado aún más interés y ha demostrado que el universo de los superhéroes no tiene límites en cuanto a formato o narrativa.
Así, los superhéroes han logrado dominar Hollywood al ofrecer una mezcla perfecta de entretenimiento, escapismo y reflexión sobre la naturaleza humana, convirtiéndose en un género esencial para la industria del cine moderno.