Hola a todos, ¿cómo están? ¡Qué tal el fin de año! Como verán, estoy de vuelta en casa de mis papás. Y es que, después de todo lo que pasó, necesitaba un poco de tranquilidad.
Sé que muchos de ustedes se sentirán identificados con lo que voy a contar, porque creo que todos hemos pasado por esto alguna vez .A principio de año, les compartí que mi mayor deseo era enamorarme. Con el tiempo, me di cuenta de que esa necesidad era más profunda de lo que pensaba. En realidad, estaba buscando algo que llenara un vacío que sentía.
Cuando estoy ocupada con los estudios, trabajando en mis metas, no siento esa necesidad tan fuerte. Pero cuando tengo tiempo libre, esa vocecita interna empieza a susurrar: "Quiero un novio". Y sé que no soy la única, ¿verdad?
Creo que muchas veces confundimos el aburrimiento con la necesidad de una relación. Queremos sentirnos amados, valorados, y pensamos que una pareja puede darnos todo eso. Pero la realidad es que nadie puede completar nuestras vidas.

¿Qué podemos hacer entonces?
 * Reconocer nuestras emociones: Es importante ser honestos con nosotros mismos y admitir cuando nos sentimos solos o aburridos.
 * Buscar otras fuentes de satisfacción: Cultivar nuestros hobbies, pasar tiempo con amigos, aprender cosas nuevas... ¡Hay tantas cosas que podemos hacer para sentirnos realizados!
 * Centrarnos en nuestro crecimiento personal: Trabajar en nuestras metas, mejorar nuestras habilidades, desarrollar nuestra autoestima.
 * Aceptar la soledad: Está bien estar solos de vez en cuando. De hecho, es una oportunidad para conocernos mejor y disfrutar de nuestra propia compañía.

Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero creo firmemente que encontrar la felicidad en uno mismo es el primer paso para construir relaciones saludables y duraderas.
Espero que este post les haya servido para reflexionar un poco sobre sus propias emociones. Recuerden que todos somos diferentes y que cada uno tiene su propio camino.