Mirando el vacío, pienso ella, en la falta que me hace, en los cosas que estaríamos haciendo juntos si tan solo no se hubiera marchado, vago por mi mente y sin darme cuenta una lagrima me sale y rueda por mi mejilla, rápidamente la limpio y miro a mi alrededor buscando algo que sé que nunca estará.
Entonces siento que algo me oprime el pecho y me falta aire, no sé porque me está afectando otra vez, cuando creía que lo estaba superando, así que decido salir y despejarme un poco, olvidarme de todos los problemas que embargan mi mente y especialmente su recuerdo, que me atormenta cada noche, camino a paso ligero, hace un día hermoso y el cielo está despejado, veo muchas personas que pasan, niños corriendo y parejas felices.
Me concentro en ir a mi lugar favorito un parque cerca de casa lleno de árboles, flores, un pequeño lago con un campo al aire libre, donde puedo sentarme tranquilamente a reflexionar sobre mi patética vida.
Al llegar me siento en una de las bancas con vista al campo y hay varias personas pero no importa, todos tienen un motivo para venir aquí, el mío huir, apagar el dolor que siento en mi corazón, desde que ella no está siento que las cosas se volvieron simples, no le encuentro sentido al mundo, me sostengo a la banca y la aprieto tan fuerte que mis nudillos se ponen blancos.
No entiendo porque se fue y me da rabia, cuando siento el dolor en mis manos suelto la banca y empiezo a caminar hacia el lago para despejar mi mente, me relajo un poco, voy hacia el mirador, cuando a pocos metros diviso una figura conocida y mi cuerpo se congela, cierro los ojos con fuerza y los abro para comprobar lo que estoy viendo, no lo puedo creer, mi corazón se acelera y late demasiado rápido, siento que algo dentro de mi vibra o va estallar, es imposible, es ELLA.