Organizar una cena especial requiere planificación y creatividad. Un menú completo debe incluir entrada, plato fuerte y postre, equilibrando sabores, texturas y presentaciones para sorprender a tus invitados.
Entrada: Elige un aperitivo ligero que abra el apetito sin ser demasiado pesado .
Plato fuerte: Opta por un plato principal que sea el protagonista de la noche. Un lomo al horno con salsa de vino tinto y puré de papas al romero, o una opción vegetariana como lasaña de vegetales con bechamel.
Postre: Finaliza con un dulce que deje una impresión duradera, como un mousse de chocolate con frutos rojos o un cheesecake con salsa de maracuyá.
Bebidas: Acompaña cada platillo con bebidas que resalten los sabores. Ofrece vino blanco para la entrada, tinto para el plato fuerte y un café o licor para el postre.
Presentación y ambiente: Decora la mesa con velas, flores o un mantel especial. Cuida la presentación de cada platillo para hacerlo visualmente atractivo.
Preparar un menú completo no solo es una experiencia culinaria, sino también una forma de demostrar cariño y atención a los detalles.