Un, dos, tres.., respiración profunda, solo me queda un kilómetro más, el sudor frío por las bajas temperaturas adornan todo mi rostro, que poco a poco se entremezclan con la caótica lluvia que nos sorprende a principios de este Junio invernal. Noto la calle húmeda, los colores grises entumecen mis ojos cansados de llorar, por la vida, por el dolor famoso de perforar almas inocentes, por todas esas injusticias que nos brinda nuestro hogar, llamado planeta Tierra.
Me paro en seco y golpeo la pared que tengo frente a mí, todos los días igual, la misma mierda desde ya ni me acuerdo o quizás sí .Aquel día en el que la televisión me demostró que no sirve de nada luchar por la justicia, si eres mujer siempre te verán como una mentirosa y una trepa.
¿Cuándo las cosas se jodieron tanto, cuándo dejamos que la perversión nos llenara nuestros cerebros y alimentara fantasías enfermizas que se empeñan en potenciar la misoginia? Y sí, estoy criticando al maldito mundo por clasificar a las mujeres como el sexo débil, fáciles si nos proclamamos sexualmente activas y mil adjetivos más que nos dicen desde que nacemos, que ahora y siempre seremos inferiores.
No soy feminista, nunca me gustó que me encasillaran en un mismo colectivo, pero soy una chica cansada de opresiones, de miedo, de vivir con la incomodidad de no poder ponerte un escote o una minifalda sin parecer que vas pidiendo guerra.
¿Sabéis cuantas veces mi madre me ha dicho que no vuelva sola a casa?
No quiero más miedo, no pienso consentir que por cuatro malditos neandertales ( que no deberían tener derecho a respirar) me obliguen a vivir sometida.
Me doy media vuelta y respiro, pienso en todas que he visto a lo largo de mis dieciocho años (yo incluida), una proposición indecente a una niña de dieciséis años en un taxi, una bofetada de tu novio (el que asegura que te ama con toda su alma) obsesionado por tus supuestas infidelidades, un empujón en la ducha y un chorro de agua helada, un no te pongas eso que pareces una puta. Hoy en pleno siglo XXI bailo como quiero, me visto como quiero y me lo monto con quién me da la real gana, porque hoy, mañana y siempre seré libre.